
Llega un momento en que la empresa quiere ser más, quiere ser más competitiva y dominar nuevos mercados, quiere superar sus expectativas iniciales. La empresa empieza a plantearse la posibilidad de la internacionalización, explorando las ventajas del comercio internacional. Puede incluso empezar a definir los productos o servicios que tiene para ver el potencial que podrían tener en otros mercados externos. La empresa empieza a conocer un poco más y ya tiene una visión más clara del potencial que podría tener a nivel internacional y empieza a definir planes estratégicos y comerciales para crear una ventaja competitiva. Algunas empresas formulan un plan de internacionalización, pudiendo ayudarse de empresas especializadas. Después se va informando a las áreas de la empresa del plan de internacionalización para centrar los esfuerzos en este objetivo. Empiezan a ajustarse la producción y los procesos de cara a las metas planteadas en cuando a la internacionalización. La empresa inicia procesos para la estandarización internacional y la certificación. Hace uno de los recursos financieros, logísticos y humanos. La empresa asiste a ferias nacionales de tipo internacional, ferias internacionales y otros eventos. Cuenta con un mayor conocimiento de mercados verificables y de buen valor. En estos momentos ya tiene un plan estratégico exportador o estrategia de importaciones. Empieza a trabajar en las estrategias de precio, diseño de imagen corporativa y mayor diferenciación del producto. Ya se ha aplicado a la gestión comercial y logística, puede participar en alianzas con exportadores o cadenas de abastecimiento o productivas, se acerca a proveedores o clientes potenciales internacionales. Ya puede traducir a contratos internacionales las condiciones y términos de negociación a nivel internacional. Llega el momento en que la empresa ya está preparada y empieza la exportación del producto o servicio seleccionado a aquel mercado que ha determinado. Se puede ayudar de expertos para informarse acerca del proceso importación-exportación para competir en el mercado nacional abriéndose a nuevos mercados. Después la empresa empieza a exportar de forma regular, es capaz de dominar todos los aspectos creando nuevas estrategias y relaciones, buscando además nuevos clientes, fuentes de abastecimiento e incluso nuevos mercados. Más tarde, la empresa sigue creciendo en otros mercados, ha creado estrategias de posicionamiento de la marca a nivel internacional, se encuentra certificada en todos los aspectos a nivel internacional y busca nuevas estrategias para crecer y diversificar. La empresa va a seguir creciendo, creando incluso filiales en sus mercados más importantes con un control desde la zona principal. Las ventas al exterior pueden ser más de la mitad de las ventas totales en estos momentos. Finalmente la empresa ya se ha afianzado a nivel internacional, teniendo un grado de internacionalización total y dominando y controlando todos los aspectos del negocio a un nivel internacional. Ha pasado todas las fases con éxito y domina todos los aspectos, ya es internacional.