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Los pasos para delegar correctamente

El trabajador freelance
No es fácil delegar, de hecho a muchas personas les cuesta un mundo tomar la decisión, pero lo cierto es que llega un punto en que hay que delegar, hay que dejar que otros se ocupen de ciertas funciones. Delegar significa renunciar a algo, pero también tener más tiempo para hacer bien lo que se ha de hacer, es un paso necesario llegado a cierto punto en que o se delega más o se vuelve una situación insostenible. ¿Por qué delegar? Porque aunque signifique renunciar a controlar algo esto puede ser secundario comparado con otras funciones “más importantes” o que requieren decisiones importantes, y además permite hacer las cosas mejor y tener más tiempo para hacer lo que realmente se quiere hacer. Con ello se puede conseguir una mejor productividad y unos trabajadores más motivados. ¿Y cuáles son los pasos para delegar, cómo delegar? Para delegar lo primero que hay que hacer es ver la necesidad de delegar, ver que realmente esto es necesario. Se puede liberar de funciones que los trabajadores pueden realizar, se puede aprovechar la competencia de los trabajadores en ciertas cosas y así conseguir una mayor productividad y resultados en la empresa. Después, hay que conocer qué es lo que se puede delegar, qué es lo que se quiere delegar y tomar una decisión sobre las funciones a delegar y las que no pueden ser delegables. Una vez que se ha visto la necesidad de delegar y se conocen las funciones a delegar, hay que encontrar al trabajador o trabajadores adecuados para estas funciones. Lo más probable es que ya se tenga de antemano una persona de confianza que se cree que puede realizar estas funciones, si no es así hay que empezar a pensar en esta persona. Una vez elegido a quién se delegan ciertas funciones, hay que dar toda la información a estas personas para realizar las nuevas tareas a la perfección, haciendo un seguimiento los primeros días para ver que todo funciona correctamente, y capacitar a la persona para realizar sus nuevas funciones. Además, esta persona debe contar con consejos, una buena comunicación que permita que se sienta respaldado y con todos los recursos necesarios para lo que tiene que realizar. El control y la valoración son partes importantes de la delegación, porque sólo de esta manera se está en la seguridad de haber tomado la decisión correcta o de saber si hay algo que cambiar. Ante estas acciones hay que tomar nuevas decisiones, mostrando a los trabajadores en qué mejorar, capacitándolos siempre que sea necesario, ofreciéndoles apoyo, información, recursos e incluso premiándoles por su buena labor. Sólo así el proceso puede ser satisfactorio para ambas partes. Y tú ¿sabes delegar?