
Las personas que trabajan horas y horas en un mismo espacio de trabajo deben mantener una buena postura para que al final su cuerpo no se acabe resintiendo. Esto se debe aplicar tanto si se está sentado frente al ordenador, o en la mesa de trabajo, como si se está de pie casi todo el rato. Sostener una mala postura de trabajo durante mucho tiempo puede dar lugar a dolores lumbares, de cabeza, rigidez, entumecimiento de cuello y nuca, tensión muscular en manos y muñecas y muchas otras consecuencias. Por eso mismo el sitio ha de estar adaptado al trabajo, y no al contrario. Cuando una persona está sentada, su cabeza debe estar alineada con la columna vertebral, los brazos alineados al cuerpo, la parte superior del cuerpo ha de estar ligeramente inclinada hacia delante, las rodillas y tobillos ligeramente abiertos, los brazos y antebrazos apoyados en un ángulo de 90 a 120 grados. Hay que mantener la pantalla del ordenador a un ángulo de 10 a 30 grados y la silla cómoda y con brazos, recomendándose un reposapiés. La mesa de trabajo ha de estar perfectamente ordenada, así como la iluminación ha de estar perfectamente preparada. De pie, se debe evitar abrir mucho las piernas, con los pies paralelos y ligeramente espaciados y una buena alineación vertical. Se ha de evitar tener períodos largos de tiempo de pie. Puede ser recomendable elevar un pie apoyándolo en algo de vez en cuando y cambiando el pie cada cierto tiempo. Así mismo, se ha de mantener una postura correcta en cada acción, no solo de pie y sentado sino también al levantarse, agacharse u otras. En muchos casos, se recomienda hacer ciertos ejercicios en la oficina para evitar molestias y sentirse mucho mejor. En todo caso, es recomendable no mantener la misma postura, o estar mucho tiempo seguido sentado o de pie. Ver: cuál es la postura correcta ante el ordenador