Integrar el marketing en la estrategia empresarial, junto con la aplicación de las nuevas tecnologías y el desarrollo de una imagen de garantía (desde la página web a una identidad digital sólida y atractiva) son premisas básicas para garantizar el éxito en un mercado cada vez más competitivo. Recurrir a las estrategias de marketing es fundamental para no perder clientes y, sobre todo, para diferenciarnos del resto de la competencia. Diferenciarse del resto de empresas o proyectos del mismo sector es una necesidad prioritaria, máxima en un mercado cambiante y cada vez más competitivo. Para toda empreas, al competitividad puede ser una de sus características diferenciales. Pero es que además el marketing es una herramienta que va más allá, capaz de potenciar y mejorar la presentación el producto. El marketing contribuye a mejorar la imagen, como un buen logotipo, y la marca. Cualquier nueva idea o proyecto conlleva realizar un análisis de la situación del mercado, mediante el estudio del entorno y de la competencia. La calidad de nuestro producto o marca vendrá determinada en gran medida por el nivel de satisfación del cliente o público. A día de hoy, en un mercado cada vez más virtual y dinámico, hay que abordar la imagen, la comunicación para implantarlo en el mercado. El mensaje que vamos a presentar deberá dejar muy claro cuáles son los beneficios de nuestro producto y las razones que justifican su presencia en el mercado. Entran en juego las estrategias de marketing, tanto dentro como fuera de internet, y que abarcan desde folletos, catálogos, etiquetas, comunicaciones a clientes al mailing online, páginas webs, blogs y cuentas en las redes sociales. Solo así se conseguirá que el esfuerzo de poner en marcha una idea se traduzca en éxito, o dicho en otras palabras, en atraer nuevos clientes. Por muy bien diseñada o proyectada que esté una idea o producto, si no planificamos una adecuada estrategia de marketing no lograremos llegar al público potencial. Por tanto, puede decirse, que el marketing es una condición esencial para asegurar el éxito de un producto o marca. El marketing constituye una herramienta impulsora de la calidad, la innovación y el lanzamiento de nuevos productos, siendo utilizada para recuperar, de manera ventajosa, la inversión que se realiza. En muchos casos, la innovación o la novedad de un producto no radica precisamente en un descubrimiento técnico, sino que se basa en el marketing y la comunicación (por ejemplo, en sus soportes, como las nuevas vías online). Además, actualmente, hay un factor que juega un papel destacado y es el hecho de que los clientes dan por supuesta la calidad de los productos, por lo que para lograr mayores cuotas de mercado no solo basta con ser innovador y diferente al resto, sino que hay que parecerlo para poder ser percibido como tal por los clientes o consumidores.