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Marketing político: ¿puede ganar un candidato unas elecciones gracias al marketing?

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¿Puede el marketing conseguir que un candidato gane unas elecciones? ¿Es cierto el mito de que las campañas electorales se centran en sacar «guapo» al candidato? Hoy en Gestion.org te explicamos qué es el marketing político, en qué consiste exactamente y cómo el propio Barack Obama lo usó para ganar las elecciones del año 2008 y 2012. Y quién sabe. Hasta es posible que después de leer este artículo te conviertas en el nuevo candidato de algún partido.

Índice

¿Qué Necesitas?

¿Qué es el marketing político?

Si con el marketing social vimos que se podían usar técnicas de la mercadotecnia para otros fines distintos que la venta de productos, con la política nos ocurre lo mismo.

La definición de marketing político o electoral nos habla de un sistema para crear campañas electorales de éxito. Sus herramientas son la ciencia política, la sociología electoral y la comunicación.

Pero veamos otras. Según Avraham Shama (departamento de marketing de la Universidad de Baruch en Nueva York), el concepto de marketing político se refiere «al proceso por el que los candidatos políticos y las ideas son dirigidas a los votantes para satisfacer sus necesidades políticas y ganar su apoyo de cara a la campaña». En cambio, el Doctor Bruce I. Newman, profesor de marketing de la Universidad de DePaul en Chicago, nos define el marketing electoral como «la aplicación de los principios del marketing en las campañas políticas de individuos u organizaciones. Esto implica el análisis, desarrollo, ejecución y gerencia de estrategias con candidatos, partidos políticos, gobiernos y grupos de interés en la opinión pública». ¿Qué se puede extraer de estas definiciones? En primer lugar, el objetivo. Queda claro que si un partido define un plan de marketing político su intención es ganar unas elecciones. En segundo lugar, el sistema. El marketing político usa herramientas del marketing para ser capaces de comprender mejor al electorado, y así, optimizar el discurso del candidato. En tercer lugar, la influencia. No solo se trabaja con el candidato, también es necesario conocer al resto de personajes que condicionan la opinión pública. Por ejemplo, los periodistas.

¿Cuáles son las 4Ps del marketing político?

Tal y como explica en este artículo, Rafael Ortiz, las clásicas 4Ps del marketing también se pueden aplicar a un ámbito político.

  • Producto: en este caso, el producto pasa a ser el programa electoral del candidato. Y al igual que haríamos con un artículo, hay que realizar una investigación de mercado (de la población) para ver cuáles son sus necesidades.
  • Precio: aunque ya no hablamos de billetes, sino de votos.
  • Distribución: es como se distribuyen nuestras ideas. Nos referimos a los medios, que como hemos vistos antes, pueden ser los convencionales o los digitales.
  • Comunicación: al final, el ciudadano votará si conseguimos transmitirle nuestras ideas.

Como ves, las 4 variables encajan a la perfección en lo que sería nuestro plan de marketing político.

El marketing político y Obama

La elección de Barack Obama como presidente de los EEUU es un gran ejemplo de marketing político. Corría el año 2008 y se daba un hito en la historia de los EEUU: una persona negra y una mujer se disputaban el acceso a la Casablanca. El resultado de aquellas elecciones ya lo sabemos, Obama ganó a Hillary Clinton. La cuestión es ver cómo lo consiguió. Y es que las campañas de marketing político que desarrollaron en 2008 y en 2012 son ahora el modelo a seguir. Veamos qué fue lo que hizo.

1. Política aspiracional

En este artículo, Juan Vera, uno de los asistentes de comunicación de Obama, explica varios de los factores que influyeron en su éxito. Pero por encima de todos, destaca el mensaje inspirador. De hecho, el propio Vera explica que cuando se incorporó a la campaña de Obama, la estrategia a seguir era la que usó el propio Hitler para ganar la elecciones: apelar a los sentimientos. Sin embargo, esta vez, no sería un mensaje xenófobo y de odio, sino que se apelaría a la esperanza y al amor. Se quería transmitir a la sociedad de que un mundo mejor era posible si Obama ganaba las elecciones. Y es que tampoco hay que olvidar que el mensaje central de la campaña fue el famoso: «Yes, We Can» (sí, se puede).

2. Marketing político en la red

Pero si hay algo que se recuerda de aquellas elecciones y por lo que serán estudiadas en los libros fue por el uso que se dio a los canales vía Internet. Ahora estamos acostumbrados a ver tweets de los políticos y hasta rifirrafes entre ellos, pero todo eso llegó desde que Obama ganó las elecciones por el uso que dio a las redes sociales. De hecho, solo hace falta acercarse al perfil del ya expresidente en Twitter para ver el tirón que tiene. Y es que cuenta con nada menos que 85 millones de seguidores. marketing-politico y electoral Pero regresemos a la época de las elecciones. En aquel momento, su equipo diseñó una estrategia de marketing político basada en aparecer en todas las redes importantes. Y lo mejor de todo es que aparecer en estos canales no costaba dinero (se alejaban de los parámetros del marketing tradicional y saltaban al digital). Un dato curioso lo aportan en este artículo de The New York Times. En su portal de YouTube, Obama creó tantos vídeos que reproducidos uno tras otro serían 14,5 millones de horas. Se estima que hacer algo parecido en televisión supondría 47 millones de dólares. En 2012, la historia cambió radicalmente. Cuatro años después las redes sociales ya eran un medio masificado y ya no se podía sorprender por esta vía. Entonces, tal y como cuentan en este otro artículo, la estrategia de marketing político que se usó fue destacar. Se buscó acercar a Obama todavía más a las personas. De hecho, se llegaría a dar un momento histórico. Obama fue el primer presidente que concedió una entrevista directa a los internautas (lo hizo a través de Reddit). Además del hecho simbólico de que el presidente de los EEUU se sentase a contestar las preguntas de personas normales a través de Internet, la acción fue un éxito total en cuanto a números: 24.000 comentarios y más de 5 millones de páginas vistas.

¿Qué opinas sobre el marketing político?

Como has visto, una campaña de marketing electoral no se centra únicamente en la apariencia del político. Al final, lo que se está «vendiendo» es el programa electoral, aunque tampoco vamos a negar que el carisma de la persona influye. Tu qué crees: ¿puede el marketing hacer ganar a un candidato de la nada? ¿o es el peso de las ideas lo que prevalece al final? ¡Te esperamos en los comentarios!