
En unas primeras reuniones evitan dar muchos datos, ofrecen información confusa, pero no hay que tomárselo a mal porque esperan lo mismo de los demás. Esperan una relación de confianza, por lo que negociar con brasileños es un proceso lento. La confianza y lazos sociales, clave De hecho, se requieren varios contactos telefónicos antes de que una empresa en Brasil acepte a ir a una reunión. Son muy conservadores y necesitan de seguridad y previsibilidad, también la confianza con la otra parte se lo puede ofrecer. Pero pese a su formalidad, son muy emotivos y les gusta que la otra parte muestre las emociones y no sean muy rígidos, pero tampoco hay que perder la compostura. Son personas amistosas a las que les gusta hacer lazos sociales con las otras partes y disfrutan de reuniones amenas, haciendo que si se hace una comida de negocios se pueda alargar más de lo normal después de haber tratado temas empresariales. Es necesario dedicar mucho tiempo a la reunión porque pueden durar más y porque no está bien visto que se acabe de negociar y se vaya al momento del sitio. Hay que dedicarles tiempo. Prepararse para la reunión La vestimenta ha de ser adecuada, muy conservadora y seria. Por mucho que pueda parecer, en los negocios en Brasil las personas visten con mucha formalidad. Puede ayudar mucho conocer el idioma portugués y utilizarlo, pero si se habla en español tampoco habrá problemas para realizar negocios con brasileños, siempre que se entiendan ambas partes. Hay que contactar con un alto cargo, ellos esperan lo mismo. Las negociaciones las han de hacer personas con poder de decisión, conociendo qué es lo que se puede conceder y lo que no. No se debe cambiar a la persona que negocia con ellos, ya que incluso podría echar atrás el negocio. Con respecto a hombre o mujer es igual, ya que son muy respetuosos con las mujeres profesionales como lo son con los hombres. La puntualidad es importante, así como respetar las fechas que se han convenido. Si se requiere información hay que cuidarla a la perfección. En el momento de la negociación Si se está esperando a la reunión, hay que esperar a que alguien invite a pasar, no entrar sin más. Una vez que se es invitado, se debe saludar al entrar y despedirse al salir. Se puede ofrecer una tarjeta de visita después de la presentación, aunque es recomendable que sea en portugués y llevar suficiente para todos. En los encuentros se ofrece café, y no sólo antes sino en todo el momento en que se necesite. Además, antes de entrar en temas de negocios se debe hablar sobre temas superficiales (sin hacer preguntas personales) porque no está bien visto hablar directamente sobre lo que se va a tratar. En la reunión pueden darse interrupciones, incluso más de una, por lo que hay que ir preparado para ello. Se deben evitar los temas conflictivos como religión, políticos u otros. Además, no hay que ejercer presión ni creerse superior o actuar con arrogancia, ya que no lo ven bien. Tampoco se debe regatear, ya que si se hacen concesiones será al final. Sí les importan las negociaciones, pese a que puedan no parecer tan formales “aparentemente” como en otros países, de hecho son directos y claros haciendo que se realicen los negocios incluso en poco tiempo, pero eso desde haber cogido confianza. Analizan todas las propuestas y están dispuestos a entrar en debate con respecto a todos los detalles que se consideren necesarios hasta que queden conformes con todo. Los datos son importantes, pero no lo único. Eso sí, ningún brasileño aceptará comprar algo si no lo ha valorado personalmente, solo con la palabra de la otra parte no vale (es algo lógico). Comidas de negocios Si hay alguna reunión en la comida puede ser en el almuerzo y se realiza para negociar en un ambiente no tan formal. Si se invita a la otra parte a comer, debe ser en un restaurante reconocido. Es posible que si se alargue la reunión, o en otra reunión, inviten a comer. Quien invita paga. Las comidas por la noche son encuentros sociales. Si alguien invita a comer o a cenar en su propia casa conviene llevar un detalle, e incluso enviar una nota de agradecimiento al día siguiente (con unas flores) puede ser muy propicio. Negocio hecho, queda firmar el contrato Antes de firmar algún contrato por los acuerdos a los que se haya llegado se debe contar con un buen abogado brasileño, ya que el sistema legal del país puede llegar a ser muy complejo para quien no lo conozca, y además los contratos se escriben en portugués con la moneda del real, a menos que el negocio se firme fuera del país.