
Muchos son los empresarios que después de una larga y exitosa (o en algunos casos no tan exitosa) carrera empresarial siguen leyendo libros de gestión empresarial o de autoayuda para, dicen, afianzarse y mejorar cada día como empresarios. Muchos son también estos empezarlos que igual aún y cuando nunca habían recurrido a este tipo de lecturas, en tiempo de turbulencias, problemas o incertidumbre llegan a ellas en busca de una brújula que les reoriente y guíe, y muchos son también los emprendedores que, ansiosos de ser empresarios, buscan en estas lecturas la piedra angular, el oráculo, la llave mágica para ser los nuevos Bill Gates del siglo XXI, con todo el respeto, y reconociendo el valor que pueden tener estas lecturas, permítaseme poner en duda la eficacia que en muchos casos de ella se pretende. Me explico, con lo que he dicho en el párrafo anterior no quiero decir que los libros de gestión empresarial no nos sirvan de ayuda ni tampoco los de autoayuda. Y por supuesto mucho menos quiero decir que no sea necesaria una formación y reciclaje permanente en lo que hacemos, y ello en gran medida lo lograremos en base a material didáctico profesional. Pero no nos engañemos, ello, lo de formarnos debida e imprescindiblemente bien lejos queda de agarrarnos a un clavo ardiente o de buscar la solución existencial a todos nuestros problemas. Entonces ¿en qué quedamos?, ¿son útiles o no los libros de autoayuda personal y los libros que nos enseñan todos los secretos para ser unos grandes profesionales y empresarios? Como en todo la respuesta no es nítida y la respuesta ideal se encuentra en el intermedio, es decir, la respuesta es depende, ni sí, ni no, depende del uso y del jugo que nosotros saquemos de esa lectura. Dicho de otro modo, si en los libros de autoayuda empresarial o de gurús empresariales que nos enseñan el Santo Grial, buscamos la respuesta a nuestra incompetencia, a nuestros problemas interiores o bien a una gestión nefasta y hundida de ningún modo ninguna lectura podrá cambiarnos ni sacarnos del atolladero. Ahora bien, si por el contrario lo que buscamos en dicha lectura es simplemente un punto de apoyo, unos inputs, unas ideas, pero tenemos muy claro que el cambio única y exclusivamente depende de nosotros, entonces sí que nos puede ser altamente útil del mismo modo que a los mismos fines nos pueden ser útiles muchas otras herramientas. Resumiendo, del mismo modo que ninguna persona con problemas psicológicos o de abuso de sustancias o parecido simplemente con palabras, o acciones, por bienintencionadas y complejas que estas sean, si él o ella no realizan un cambio, una catarsis interior que promueva ese cambio. Ningún mal empresario o ningún emprendedor sin futuro amanecerá una buena mañana siendo el Rey Midas de los negocios o el nuevo Marc Zuckerberg de los negocios. Pues para que ello fuese así, no deberá haber tan sólo leído unas pocas líneas, habrá tenido que pasar por un proceso interior que le haya convertido completamente a él, y eso no lo consigue uno ni mil libros, e incluso en algunos casos eso, por mucho que se empeñe no lo conseguirá nunca.