
¿Por qué tienen que estar reñidos modernos sistemas de venta que se apoyan en las nuevas y más recientes tecnologías, y modelos de sistemas de venta más diseñados a la antigua? Poco o nada, o como mínimo eso deben pensar en empresas como la propietaria de la cadena de tiendas Mango cuando ha decidido poner e muchas de sus tiendas ventas a través del iPad combinado con la venta de estantería y dependientes de toda la vida. Y ¿por qué expongo este caso de Mango? Pues quiero exponerlo porque muchos, parece, que sólo sepan llorar y llorar, quejarse y quejarse de la situación pero que encuentren pocas soluciones la respecto, es más, diría yo que tampoco las buscan y entonces claro no saben reconvertirse y ven como sus negocios caen al ostracismo, pero como he dicho siempre, no es que el negocio no pudiese funcionar, en la gran mayoría de casos se trata de que no se ha sabido gestionar el negocio. Ahora, y siguiendo con el ejemplo de Mango, expondremos lo siguiente: Mango se planteó el como sus clientes, en todas sus tiendas, podían tener acceso a todo el catalogo a la vez, es decir, como conseguir que por ejemplo en una tienda de Estocolmo, puedan encontrar exactamente los mismos modelos y colecciones que en una tienda de Berlín o que en una de Barcelona por poner tres ejemplos de ciudades cosmopolitas con un gran atractivo comercial. Ante esa disyuntiva, no de fácil solución, pues hemos de tener presente que aunque se diseñe una estrategia y unos productos comunes, no siempre es posible tener todos los productos, con todas sus gamas, tallas y variables disponibles al unísono, la marca ha decidido complementar la vida de toda la vida con unos iPads, como veámoslo. Veamos, lo gran diferente en este caso no se trata de la venta online, pues esto en realidad no lo es en sí mismo (pues por venta online lo común es que el cliente desde su casa o el lugar que sea pero siempre en un lugar externo y alejado de la tienda en cuestión compre los productos o adquiera los servicios que sean) y además, aunque así fuese no sería una novedad en sí mismo, pues tiendas que practican el comercio electrónico las hay, y muchas, y ya empieza, o mejor dicho ya es, una realidad muy altamente implantada por gran parte de la población. En este caso lo que hace realmente diferente al asunto, es que lo que Mango nos propone no es la venta a distancia, sino que lo que pretende es ofrecernos un complemento en la misma tienda para ayudarnos a decidir y encontrar aquel producto que exactamente buscamos. Y para ello Mango no hace más que dotar de algunos iPads a sus tiendas, donde cuando las visitemos, además de comprar como siempre podremos navegar por todo el catalogo disponible en toda la cadena Mango y no sólo en esa tienda. Así, si un producto, una prenda o complemento que buscamos en ese momento no esta disponible no tiene porque significar que nos vayamos de la tienda sin poderlo adquirir, pues si esta disponible en otras tiendas, en el catálogo activo de Mango podremos pedirlo a través de esos iPads y hacer que nos envíen lo comprado a esa misma tienda o que nos lo envíen a domicilio.Sin duda una buena muestra de reconversión, modernización y valor añadido de la que, nos guste o no esa enseña, deberíamos aprender.