
Uno de los temas más recurrentes y más conflictivos que existen en todo el mundo es el pago de impuestos, este tema viene siendo fuente de disputas y de controversia a lo largo de los tiempos, y que duda cabe que también afecta a la gestión de los negocios y a la rentabilidad de los mismos, ¿qué hacer con ellos? Existen múltiples teorías sobre el tema, y por supuesto múltiples posicionamientos. Evidentemente, todos ellos tienen sus razonamientos, y todos ellos son argumentos válidos que defender. Como por ejemplo es un argumento y una acción legítima de defender para quien firma por ejemplo la de aquellas empresas que organizan y diseñan sus estructuras para pagar menos impuestos. Muchos dirán que una empresa que monta sus estructuras nacionales o incluso supranacionales para pagar menos impuestos no es solidaria o incluso la acusan de falta de patriotismo o peor aún, directamente se la asocia casi a ser una empresa fraudulenta y que estafa al fisco. Para quien firma para nada es así, siempre que la empresa utilice todas las herramientas que dentro del marco legal le permitan pagar menos impuestos será de celebrar y símbolo de buena gestión. Una empresa tiene como objetivo la máxima rentabilidad, y obtener la máxima rentabilidad supone a grandes rasgos tener los máximos ingresos posibles y de tener los menos costes posibles, y si esta claro que los impuestos son unos costes muy elevados para las empresas, ¿qué hay de malo en que las empresas (dentro de la legalidad vigente) busquen fórmulas para reducir esos costes? Una empresa puede tener responsabilidad social, sí, y una empresa puede incluso tener vinculación con una determinada realidad nacional, por supuesto. Pero no nos engañemos, una empresa para quien primero tiene que mirar es para sus accionistas o sus propietarios, maximizando la rentabilidad de estos. Entontes toda acción encaminada a lograr esa máxima rentabilidad debe de ser aplaudida y bienvenida, y es que del mismo modo que las leyes fiscales buscan los resquicios para “cazar” y maximizar sus ingresos, es legítimo que la empresa busque todos los resquicios y los recursos que la ley le permite para minimizar sus costes.