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¿Qué es la planificación financiera en las empresas?
La planificación financera en una empresa es la elaboración de un plan financiero integral. Este plan debe ser detallado, organizado y adaptado a la situación de cada empresa. Un plan financiero integral tiene que fijar unos objetivos financieros. Para ello se tendrán en cuenta unos plazos de cumplimiento, costes y recursos necesarios. Cualquier planificación financiera tiene varios elementos de partida:
- Planificación de beneficios: se obtiene elaborando estados financieros financieros proforma. Estos estados son los que muestran la posición financiera esperada para el año siguiente. Los estados proforma son los de ingresos, gastos, activos, pasivos y capital contable.
- Planificación de efectivo: se basa en el informe de entradas y salidas de efectivo que se realiza para calcular el efectivo que la empresa necesita a corto plazo. En este informe se observa si hay o no excedente de efectivo para tomar las decisiones oportunas.
La planificación financiera es una parte de la planificación estratégica de las empresas. Si quieres saber más sobre ella, haz clic aquí. Después de estos conceptos generales y necesarios, vamos a ver cómo definir paso a paso una planificación financiera.
La planficación financiera de una empresa paso a paso
Toda planificación empresarial debe partir de conocer el estado actual. A partir de ahí se planearán los objetivos y acciones oportunos. Para que lo veas más claro, hemos dividido el proceso en 4 fases que explicamos a continuación:
1. Análisis del estado financiero actual de tu empresa
Lo primero que hay que hacer es conocer el estado actual de las finanzas de la empresa. Para ello se deben elaborar los estados financieros. Dichos estados son los siguientes:
- Cuenta de resultados.
- Flujo de caja.
- Estados de situación, que son activo, pasivo y capital.
Si tu empresa es grande seguro que tienes un departamento con personas dedicadas a la contabilidad, que son los que se encargan de la presentación de estos estados. También puedes tener este área externalizada. En caso de que tu empresa sea pequeña, puedes hacer estos cálculos tú mismo para hacerte una idea, aunque de manera menos elaborada. Por ejemplo, para calcular un estado general de situación, tienes que sumar por un lado cuánto dinero debes y por otro cuánto dinero tienes. Esto último los verás en las cuentas bancarias y en el inventario. Para estimar la cuenta de resultados, tienes que saber cuánto has vendido y cuáles son tus costos fijos y variables. Así vas a poder ver en qué gastas el dinero. Si te sale una partida con un gasto que consideras excesivo, ya sabes que debes tomar medidas correctivas.
2. Fija tus objetivos
Una vez que ya sabes el estado financiero de tu empresa puedes comenzar la planificación. ¿A dónde quieres que llegue tu empresa? ¿Qué es lo que quieres que pase en el futuro? Esta fase es clave porque va a determinar la planificación financiera en sí y todo lo que de ahora en adelante vas a hacer. Por ejemplo, si quieres vender más, tiene que especificarlo con números. ¿A cuántas ventas quieres llegar y en cuánto tiempo? Imagina que quieres incrementar el número de ventas un 10% durante el próximo año. Este es un objetivo específico y entendible para ti y para tu equipo, por tanto te obliga a tomar acciones.
3. Define tu estrategia
El primer paso del proceso de planificación financiera te ha mostrado los recursos financieros de los que dispones. En el segundo, has definido el punto al que quieres llegar. Por tanto ahora tienes que definir la estrategia que te hará llegar al punto deseado. Vamos a tomar el objetivo definido anteriormente: incrementar el número de ventas un 10% durante el próximo año. ¿Cómo lo vas a conseguir? Muy simple: planifica las acciones que realizarás, siempre poniendo números a lo que hagas. Por ejemplo, una forma de incrementar las ventas como deseas es ampliar el equipo comercial contratando 2 personas más. Si incluyes 2 nuevos comerciales, tienes que planificar qué zonas cubrirán y qué tasa de retorno debe tener su actuación para llegar al incremento de ventas deseado. Al igual que estos nuevos trabajadores te van a traer beneficios, también suponen un gasto que debes calcular.
4. Evalúa los resultados
El hecho de establecer objetivos numéricos te ayudará a controlar el cumplimiento de los resultados al llegar al final del periodo de tiempo establecido para lograrlo. No obstante, este control no debe dejarse para el final. Es necesario trazar un procedimiento para predecir los posibles errores y así poder prevenirlos o corregirlos sobre la marcha. Para ello hay que definir indicadores. Tomando de nuevo el objetivo citado de incrementar el número de ventas un 10%, el indicador está muy claro. Calcular el número de ventas realizadas y compararlo con el del ejercicio anterior. Esto solo es el principio. A partir de aquí has de continuar definiendo objetivos, acciones, controlando los resultados mediante indicadores y tendras una planificación financiera que irá sobre ruedas. Si no estás familiarizado con el concepto de planificación financiera, quizá te resulte un poco lioso. En todo caso, este vídeo lo presenta de forma esquemática y te ayudará.
¿Cómo llevas la planificación financiera de tu empresa?
El control de las finanzas es tan importante que no puede limitarse solo al mundo empresarial. No en vano muchos bancos tienen asesores que orientan la planificación financiera personal y familiar de quien demanda sus servicios. Volviendo al ámbito empresarial, con este artículo has podido comprobar que una buena planificación financiera disminuye los riesgos de tu empresa y te sirve para aprovechar al máximo sus recursos. ¿Nos cuentas cómo afrontas la planeación de las finanzas de tu empresa? La zona de comentarios es toda tuya.