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Premio a la honradez

La economía sumergida es algo que lleva de cabeza a varios países de la Unión Europea. No es fácil cuantificar el dinero que se esconde tras ella y en gestion.Org ya os hablamos sobre ello. Sin embargo, a grandes males, grandes remedios. Al menos, eso es lo que se ha dicho el gobierno de Portugal. Hace unas semanas presentaba una iniciativa pionera y, por qué no, singular que venía a premiar la honradez. Sí, la honradez, de comerciantes y clientes, de todos los contribuyentes en general. ¿Su nombre? Ha sido bautizada popularmente como“La factura de la suerte”. Algunos datos Se estima que la economía sumergida de Portugal supera el 27% del PIB. Parte de la culpa la tiene el fuerte IVA, un 23%. No es extraño, pues, que la pregunta del millón de muchos profesionales hacia sus clientes sea: con factura o sin factura. Y es que hasta llegar a lo de “la factura de la suerte”, el gobierno luso había puesto en marcha medidas para incentivar la economía legal. De hecho, desde el año pasado, los portugueses que presenten la correspondiente factura pueden deducir hasta un 15% del IVA de sus gastos, como los ocasionados por la reparación de vehículos, alojamiento, comidas en restaurantes e incluso peluquería. La única pega es que la cantidad a devolver en la declaración de la renta tiene un límite de 250 euros. Es necesario, además, justificar las compras por valor de unos 9.000 euros. Lo que no es real, ya que el salario anual de un portugués medio queda lejos de la media europea, apenas 16.000 euros al año. Con “la factura de la suerte” el gobierno luso espera poder llegar a un público más amplio y para ello dispondrá de un presupuesto de 10 millones de euros al año. Porque, además de combatir la economía en B, también se espera reducir de forma considerable el déficit público. En qué consiste En utilizar la pasión que los portugueses parecen sentir por el juego para crear conciencia. Es decir, que si se pide la factura correspondiente se puede participar en el sorteo de un coche lujo, valorado en 90.000 euros, además de poder conseguir otros premios en metálico. Se espera que los sorteos comiencen la primera semana de abril. Decimos sorteos, en plural, porque el gobierno portugués tiene previsto realizar sobre ¡unos 60 al año! Uno por semana, aunque habrá especiales en Navidad. Las papeletas para dicho sorteo serán las propias facturas, con su número fiscal correspondiente, y eso incluye las de luz y las de agua. Por tanto, todo aquel que haya necesitado algún servicio o haya adquirido algo de forma legal, tendrá la oportunidad de participar. No importa que sean importes pequeños, lo que importa es la honradez. Hay que destacar que los portugueses, además, del DNI cuentan con un número de contribuyente. Eso es lo que permite el control de lo que se paga legalmente. Las facturas emitidas a nombre de un particular serán introducidas, vía Internet, en la Autoridad Tributaria por las propias empresas que hayan prestado el servicio. Pero, en esencia, se funcionará a base de cupones. Por ejemplo, si en un comercio gastamos unos 50 euros, tendremos 5 cupones para poder participar. Lo que está claro es que cuanto más dinero se haya gastado más posibilidades se tiene de ser el ganador de alguno de los sorteos. De todas formas, todavía quedan cuestiones por considerar, entre ellas, la propia regulación del sorteo y aceptación real que tendrá por parte de los consumidores, ya que las empresas no pueden participar. Reacciones Las reacciones a la medida no se han hecho esperar, aunque la mayoría no han sido precisamente favorables. Las principales televisiones portuguesas han realizado encuestas a pie de calle y se han encontrado con un notable rechazo por parte de los ciudadanos. Una de las cuestiones que más polémica ha levantado ha sido, precisamente, el hecho de que los consumidores con mayor poder adquisitivo tengan mayores oportunidades de que sus facturas sean elegidas, ya que se pueden permitir gastar más. Algunos expertos también se han pronunciado, pero para exigir al Gobierno mayores deducciones. Hay que recordar que buena parte de ellas fueron recortadas con motivo de la crisis económica. Pero las críticas no se acaban ahí. Tampoco el premio gordo, el coche de alta gama, escapa a las valoraciones negativas. Grupos ecologistas han manifestado que su impacto ambiental es considerable y que debería ofrecerse otro premio o, en su defecto, sustituirlo por un vehículo eléctrico. ¿Qué dice el Gobierno luso frente a todas estas críticas? Pues, que todo es esperar a que los coches y otros premios vayan llegando, y con ellos la legalidad y la honradez. Portugal versus España Pero Portugal no es el único país en presentar medidas polémicas para combatir la economía en B. En España, una de las más controvertidas dentro del plan del Gobierno es la que invita a los ciudadanos a denunciar casos como el trabajo en negro o que se emitan facturas en B. Para ello existe un buzón anónimo accesible a través de la página web del Ministerio de Empleo y Economía, de las patronales y los sindicatos. No es para menos. Según datos del Ministerio de Trabajo, el año pasado las infracciones a empresarios que contrataban en B aumentó más de un 30% y los trabajadores que compatibilizaban la prestación por desempleo con un trabajo remunerado también subió alrededor de otro 30%. Hay que decir que para denunciar no hace falta aportar ningún dato de carácter personal, aunque si se anima a informar de los hecho de la forma más detallada posible para que Hacienda pueda actuar. Uno de los últimos flecos de esta medida que se han conocido es el de incentivar a quien denuncie, y dé sus datos, mediante algún sistema de bonificación o exención económica. Sin embargo, son muchos los que creen que no se puede «premiar» con dinero el chivatazo de toda la vida, aunque de algún modo sea por una causa justificada o de fuerza mayor. Como vemos, España versus Portugal, dos maneras de luchar contra la economía sumergida. ¿Cuál dará mejores resultados? El tiempo y las cifras dirán.