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Presentaciones de Negocios: Aniquila a tu Audiencia

En el mundo de los negocios, una presentación puede darle vuelta a tu vida, y la de muchos. Ya sea si es para presentar un nuevo producto, una nueva estrategia, resultados operativos, o de cualquier otro tema, se tiene que tener los pies bien puestos sobre la tierra y estar seguro de lo que se va a decir, pues al realizar una presentación excelente, bien hecha y de alta calidad podrás alcanzar aquél contrato millonario que estás esperando, un mejor precio para tus servicios o productos u obtener esa inversión que tanto necesita tu empresa para subir un escalón más hacia el éxito. Más sin embargo, si nuestra presentación falla, pudiera significar la pérdida de clientes o hasta detener un negocio que jamás podrá despegar. Presentación de Negocios

Con lo anterior y mucho más en juego es sumamente importante mantenerse dentro de la elocuencia y presentar lo mejor que podamos. La próxima vez que estés frente a una audiencia exponiendo aspectos como los que mencionamos, ten en cuenta los siguientes consejos para aniquilarlos:

  1. Conoce e identifica tus miedos: así es, conoce tus miedos. Hablar en público puede causar mucha ansiedad y pánico lo cual ocasionan un miedo irracional, pero la mayoría de las veces no es el hablar frente a personas el causante de este mal, generalmente son elementos como la especulación, el qué dirán, las críticas, rechazo o hasta olvidar lo que se va a exponer. Incluso podrías tener un trauma de alguna presentación anterior que haya salido terriblemente mal. Todos los problemas anteriores se centran en la idea de “tengo miedo” pero una vez que se sabe a lo que realmente tememos y que sabemos que sobreviviremos aunque nos vaya mal ese miedo o temor podrá subsistir. Lo mejor es concentrarse en como debes de estar para ejecutar una presentación aceptable. Empieza por confiar en ti mismo. Solo hazlo como lo practicaste. Ve por ellos.
  2. Entre más corto mejor: desarrolla la habilidad de convertir cualquier historia común y corriente en una historia sorprendente, efectiva y con un mensaje fuerte al final, como una bofetada, que deje a la audiencia boquiabierta y convencida. Pero mantenla corta. Tu público agradecerá la brevedad. Las personas tienden a recordar mejor aquellas breves historias, en este caso presentaciones, las cuales tienen un toque emocional y un desenlace fuerte. Mantenla concisa, recuerda que calidad es mejor que cantidad.
  3. Aprende a escuchar: A nadie le gusta ser criticado. Y es que, al momento de estar en plena presentación o discurso es muy fácil imaginar a alguien interrumpiéndote o incluso gritándote cosas que están en tu cabeza: “Le falta Experiencia” “¿Cómo obtuvo ese puesto?” “No se preparó como debe”Al manejar el criticismo, en especial cuando va dirigido a uno, es importante no ignorar la declaración o crítica, ni ponerse a la defensiva, al contrario, escuchar, reflexionar y evaluar el comentario para entonces poder dirigir la conversación en el camino adecuado. Aclara cualquier comentario y escucha lo que te preguntan o responden, de esta manera la conversación se hará tan específica que podrás resolver cualquier duda y regresar a la idea original y continuar con tu presentación. Si no puedes coincidir con alguien, solo recuerda que no se puede tener contento a todo mundo y sigue adelante.
  4. Considera las sorpresas: prepárate como nunca, pero siempre tomando en cuenta y considerando que incluso cuando practiques por millardos de horas lo inesperado puede pasar. Probablemente un socio o su jefe le cuestionen de último minuto sin tiempo para preparar nueva información. Todo puede ocurrir. Lo bueno de esto es que su público lo quiere a usted, quiere escuchar sus ideas y atendió a su presentación solo para oír lo que tienes que decir.  En lugar de estar pensando en todo lo malo que puede ocurrir, piense mejor en lo bueno que puede pasar. Las oportunidades también se pueden presentar y si ponemos adecuada atención podremos obtener un mejor resultado del que teníamos planeado.Los ganadores –ya sean atletas o expositores- se preparan con mucha anticipación, pero también tienen esa garra que les permite conquistar aquellas oportunidades que se les pone enfrente.
  5. Empieza de una vez: muchas veces tomamos demasiado tiempo para comenzar nuestro cometido. Entre más le des vueltas al asunto en tu cabeza, lo convertirás en algo más largo de lo que debería de ser. Una vez que empiezas, mucho del estrés se esfuma, harás la presentación como se debe y habrás alcanzado el objetivo. Apuesta por ti mismo.

Sigue estos simples pero poderosos consejos para conducir cualquier exposición que se te anteponga. La seguridad mata todo. Toma por riendas a la audiencia y haz de tu presentación todo un éxito.