
Los seguros de vida son uno de los productos más vendidos por las compañías de seguros, e incluso son obligatorios en cierto tipo de productos bancarios, y es que aseguran que una vez que pase algo a la persona que lo contrata su familia no quede desprotegida o no queden deudas sin cubrir. La principal ventaja de los seguros de vida es la tranquilidad que aportan. Muchas personas quieren sentirse seguras de que si les pasa algo su familia queda protegida para seguir adelante con su vida sin dificultades, y esto es especialmente importante cuando quien contrata el seguro de vida es la única persona que trabaja en el seno familiar o tiene niños pequeños, pero no sólo en este caso. Además, muchos cubren en caso de incapacidad permanente. Hasta que no existían los seguros de vida, la muerte de la principal fuente de ingresos de la familia era un gran drama tanto a nivel personal como económico. Al menos ahora con los seguros se garantiza no pasar dificultades económicas, especialmente ahora que muchos países pasan por momentos económicos difíciles. Pero es necesario elegir un buen producto, teniendo en cuenta cuánto se podría pagar por este seguro en todo momento y cuánto necesitaría la familia en caso de que pasara algo. Además, hay que estudiar todas las cláusulas del seguro garantizándose que todo es como se piensa. Por otro lado, los seguros de vida suelen tener privilegios fiscales, pudiendo ser un gasto deducible, e incluso los autónomos pueden deducir una cantidad de las primas pagadas por este concepto. Muchos utilizan además el seguro de vida como inversión. El principal inconveniente de los seguros de vida es que hay que pagarlos todos los meses, y aún siendo una cantidad generalmente pequeña es un “gasto más”. En algunos casos, hay un período mínimo de permanencia a cumplir, y en el momento en que se deje de pagar parecerá que es “dinero perdido” (aunque se ha estado garantizando la tranquilidad todo ese tiempo). Y, por supuesto, las ventajas sólo se perciben en el momento en que muere la persona protegida, por lo que lo más deseable para muchos es no tener que recurrir al seguro de vida como protección porque eso significará haber muerto, o que se está en situación de incapacidad permanente. Si algo le pasa a la persona que contrata el seguro, se cancelarán las deudas existentes (siempre que sean contempladas por el seguro o la cantidad cobrada sea suficiente), se cuenta con ingresos para cobrar los gastos relacionados con la defunción y ofrece protección financiera a la familia o persona que se ha indicado garantizando así su subsistencia durante cierto tiempo.