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¿Qué es el contrato a futuros?

contratos a futuros

El contrato a futuros es un contrato que obliga a las partes contratantes a comprar o vender determinado número de valores o bienes en una fecha futura determinada y con un precio preestablecido en el momento del contrato. El que compra contratos de futuros, tiene derecho a recibir el activo por el que se negocia en la fecha de vencimiento del contrato; mientras que el que vende contratos tendrá que entregar el activo objeto de negociación en la fecha de vencimiento, y por ello recibirá una cantidad de dinero acordada. Se suelen utilizar cuando una persona o empresa va a tener un bien en el futuro que venderá en ese momento y quiere asegurar un precio fijo para el momento en el que va a disponer de él, de esta manera se asegura que en ese momento podrá vender ese bien, y también sirve para saber que si se invierte en ello en el futuro se van a obtener ganancias. Esto es aplicable a petróleo, gas, trigo, frutas, etc. También se puede utilizar con fines especulativos, de manera que quien lo contrata especula con la evolución del precio desde la fecha en que se contrata hasta el vencimiento de la operación. Estas operaciones financiadas están reguladas por las leyes españolas, y cabe destacar que  el artículo 1 del Real Decreto 1814/1991, de 20 de noviembre se refiere a ellos como: Contratos a plazo que tengan por objeto valores, préstamos o depósitos, índices u otros instrumentos de naturaleza financiera; que tengan normalizados su importe nominal, objeto y fecha de vencimiento, y que se negocien y transmitan en un mercado organizado cuya Sociedad Rectora los registre, compense y liquide, actuando como compradora ante el miembro vendedor y como vendedora ante el miembro comprador. Por medio del Mercado Español de Futuros Financieros se negocian los siguientes contratos de futuros: Futuro Bono 10, Futuro Mini-IBEX, Futuro IBEX-35, Futuros Acciones Europeas, Futuros Acciones Españolas. Desde hace siglos se han negociado contratos de futuros sobre productos agrícolas, materias primas, metales preciosos y diversas mercaderías, ofreciendo tipos de interés a corto, medio y largo plazo entre otras opciones. Actualmente, han ido evolucionando. Estos contratos a futuro pueden ofrecer riesgos para ambas partes, pero también beneficios, ya que si el precio futuro llega a ser en el momento de liquidación mayor que el precio de liquidación hay beneficio para el que compra y pérdidas para el que gana, y viceversa en caso contrario. Sin embargo, es una operación que garantiza que en cierto tiempo se producirá una venta o una compra, según la parte contratante.