
Uno de los aspectos que influyen en el rendimiento y el clima laboral es el estrés de los trabajadores que lo padecen. El estrés es un trastorno biopsicosocial que afecta a las personas en varios aspectos y ámbitos de su vida, entre los cuales se encuentra el laboral. El concepto de estrés aparece por primera vez en el campo de la salud en el año 1926, siendo cada vez más utilizado y tenido en cuenta como una respuesta del organismo ante un estímulo estresor o situación que lo provoque. El consejo de estrés laboral nace con su propia definición a través de documentos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Se define el estrés laboral como la “respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento del individuo que intenta adaptarse a presiones internas y externas”, y el estresor el estímulo o situación que provoca una respuesta de estrés en el trabajador. Existen tres fases al menos en la producción del estrés, y son: reacción de alarma, estado de resistencia y fase de agotamiento. Primero el organismo se altera y siente amenazado por las situaciones y circunstancias y deja actuar al cerebro, después tras un tiempo de amenaza prolongado se produce el estado de resistencia, y más tarde la fase de agotamiento que provoca un mayor deterioro en las capacidades de las personas que sufren de estrés. El estrés laboral es un problema importante que afecta cada vez a más trabajadores tanto a nivel físico como mental que transcurre por diversas situaciones y circunstancias que dan lugar a él. Según Slipack, se pueden diferenciar dos tipos de estrés laboral, el episódico (se presenta momentáneamente por sobrecarga de trabajo, ambiente laboral inadecuado, alteración de ritmos biológicos o decisiones y responsabilidades importantes) o crónico (se representa de manera constante por estar expuesto mucho tiempo al estresor). Existen muchas razones para dar lugar al estrés laboral, y es que cada vez la competitividad es mayor y es algo que carga también en las costas del trabajador. Puede darse lugar por relaciones interpersonales, el desarrollo de la carrera profesional, el propio clima de la organización o factores intrínsecos al trabajo, según indica Cabanach con razón. Y es que existen muchas razones que puedan dar lugar al estrés laboral derivadas del trabajo o la empresa o incluso el propio trabajador, con consecuencias importantes para el trabajador y para la empresa que puede notar disminución del rendimiento y absentismo si no abandonos del trabajo. Para poder manejar el estrés laboral se debe conocer las razones que dan lugar a él y luchar contra ellas, se debe ofrecer una atención individual del problema para solventar el estrés y sus causas mediante acciones de control del estrés así como tomar medidas por parte de la propia empresa en las situaciones que se debe hacer: si hay mal clima solventarlo, si no hay posibilidades de crecimiento dar bonos por productividad o ascensos siempre que sea posible, si hay muchas responsabilidades no derivar tantas al trabajador, si hay malas condiciones de trabajo intentar solucionarlo, etc. Se puede llegar a esto último mediante evaluación de estrés laboral mediante listas de control, cuestionarios, sistemas de registro administrativos, etc. Porque la mejor manera de manejar el estrés laboral es poder descubrir por qué se produce, y para esto son necesarias herramientas como las antes comentadas. Para superar el estrés, además de esto se pueden cambiar algunos hábitos de vida. El trabajador debe darse un tiempo para sí mismo, aprender a afrontar el problema, aprender a relajarse, dar masajes, ir a sesiones de autohipnosis si se considera necesario, descansar bien, comer bien y tener una mayor comunicación con las personas. Es bueno reducir la cantidad de café que se puede llegar a tomar al día, desayunar bien, beber mucha agua y tomar suplementos si se considera necesario. Tanto en la vida como en el trabajo, superar el estrés es importante, por lo que hay que tener en cuenta todos los consejos para evitarlo, sobre todo hay que tener una vida sana con buena alimentación, vida no sedentaria y un buen descanso pero también hay que tomarse las cosas con calma, y si es necesario tomar alguna infusión relajante o suplementos.