
Cuando hablamos de factoring hablamos de un instrumento de financiación a corto plazo, que en un principio está destinado a todo tipo de compañías que de forma paralela al servicio de carácter financiero también desarrolla otros servicios de administración, gestión y garantía a causa de la insolvencia de los deudores de los créditos que han sido cedidos. Cualquier compañía que genere cuentas a cobrar (créditos comerciales) puede hacer factoring. Entre los servicios prestados que ofrece el factoring debemos señalar fundamentalmente el análisis de los deudores, la gestión de cobro, la administración de la cartera a cobrar, así como la cobertura de insolvencia (lo que se conoce como factoring sin recurso). Si desglosamos cada caso, podemos decir que en el caso de la administración, el servicio se centra en la finalidad gestionar de forma correcta los créditos cedidos, proporcionando al cliente toda la información necesaria para una gestión actualizada. En el caso del cobro, la compañía de factoring será la que se encargue de llevar la gestión de cobro de las facturas cedidas de sus clientes (un servicio idóneo si el deudor se encuentra en el extranjero). Si nos centramos en la cobertura de riesgo por insolvencia del deudor, decir que la compañía de factoring se hace cargo de la insolvencia del deudor, dando un cobertura del 100% del importe del crédito y logrando agilizar la gestión de impago. Para finalizar, otro de los servicios básicos que ofrecen este tipo de empresas es la financiación, donde se realiza un anticipo nominal de los créditos comerciales que han sido cedidos al factor. El factoring nos ofrece un gran número de ventajas a tener en cuenta. En primer lugar cabe decir el factoring logra ampliar la capacidad de financiación y proporciona liquidez de forma rápida e inmediata financiando el importe de las ventas. También es importante decir que con este instrumento de financiación podremos facilitar un control totalmente eficaz estadístico-contable de la cartera de facturas. El factoring también evita que se produzca el riesgo de fallidos por insolvencia además de reducir de forma considerable las gestiones por impagos, fallidos y morosidad. Otras ventajas que nos ofrece este sistema y que debemos tener en cuenta es el incremento de la eficacia de la gestión de cobros, consigue una mejor planificación de la tesorería (evitando de este modo posibles desviaciones) y logra mejorar los ratios del circulante y endeudamiento, consiguiendo eliminar las cuentas a cobrar. También cabe mencionar que existen distintas modalidades de factoring como son el factoring sin recurso (la compañía de factoring se hace cargo del riesgo de insolvencia del deudor), el factoring con recurso (el cliente responde de la solvencia del deudor), factoring con notificación (se avisa al deudor de la cesión del crédito) y factoring sin notificación (el deudor no es avisado, de modo que no tiene conocimiento de la cesión). Algunas empresas de factoring con la intención de aportar un mayor servicio a sus clientes han implando el factoring en Internet, lo cual aporta un valor añadido al producto, logrando proporcionar a los clientes un instrumento sencillo y rápido de información y control de su operación.