
Lo primero es definirlo como toca. Entendemos por microemprendiemiento a los diversos tipos de microempresas, que generan ganancias, que son propiedad y administradas por los propios emprendedores que trabajan ellos mismos en sus negocios y que normalmente no tienen empleados. Es decir, se trata de apuestas individuales o familiares que requieren de una muy baja inversión y su forma jurídica puede encuadrarse casi siempre (aunque depende de cada estado) dentro de la llamada economía informal. Podemos encontrar tres tipos de microemprendimientos: -De supervivencia: no tienen capital operativo. Ejemplo, la venta ambulante. -De expansión: generan excedentes que permiten mantener la producción, pero no permiten el crecimiento. Sucede con algunas pequeñas empresas familiares. -De transformación: sus excedentes permiten acumular capital. También suele ocurrir en pequeñas empresas. En cualquier caso, hablamos de empresas de no más de 10 trabajadores y lo que se considera una opción al subempleo o la desocupación. Es más, se ponen en común las aptitudes o conocimientos de sus integrantes para generar un bien común. De hecho, pueden ofrecer una gran variedad de productos y de servicios (panadería, carpintería…). Hay quien considera que es una superación del individualismo hacia un tipo de trabajo más solidario y en conjunto. Sus pilares son los siguientes: -Trabajo en equipo -Compromiso y responsabilidad de las tareas por parte de los integrantes del equipo. -Aceptación de un líder en la conducción del negocio. -Capacitación constante y adaptación a los cambios económicos y sociales del mundo actual. -Sus valores: solidaridad, creatividad, conciencia comunitaria. Con respecto a las ventajas: –Se gestiona bajo capital y bajos costes operativos. -Autodefinición de objetivos y logros -Autonomía de decisión. -Amplitud horaria. -Flexibilidad a los cambios. -Acción directa hacia el consumidor. Sin embargo, este modelo también presenta sus desventajas. -Hay una cierta tendencia a la dispersión respecto a la idea original. -A veces hay un ineficiente aprovechamiento del tiempo. -También pueden afectar la falta de conocimientos específicos del área en la cual se está actuando. -Puede haber una falta de capacitación para el control administrativo -Así como una falta de conocimiento del mercado potencial. Porque no nos olvidemos que un microemprendimiento nace de una sencilla idea. Lo comentábamos antes, el microemprendimiento no tiene ninguna restricción y puede estar situado en cualquierr industria. Todo depende del plan que se haya diseñado y del producto que se quiera vender. No importa si se quiere vender en la ciudad o en las zonas rurales. Gracias a la tecnología muchos de los obstáculos están superados. Pero no hablamos sólo de tecnología. Hoy en día se puede montar un pequeño negocio con ayuda de los bancos o cooperativas, organismos no gubernamentales o instituciones gubernamentales. Eso sí, hay que tener claras las opciones de financiación para evitar especuladores. Sea como sea, en la actualidad el sector de crédito para microemprendimientos está en proceso de mejora. Los Gobiernos buscan una mejor regulación y reconocimiento del sector.