
Elevator Pitch es un térmico que se utiliza para referirse a un discurso de presentación ante potenciales clientes o socios de negocio sobre un nuevo proyecto o emprendimiento, pero no como discurso de venta, sino que busca dar a conocer la imagen de la empresa y el producto. Su nombre se refiere a que es un discurso corto preparado para presentar en muy poco tiempo, incluso en un viaje en ascensor. La idea del elevator pitch es poder comunicar y condensar el mensaje de tal manera que en pocos minutos, o segundos, se pueda conseguir una entrevista, reunión o interés por parte de la persona con la que se ha hablado. E incluso es objetivo también poder tener un mensaje improvisado, aún sin haber concertado una cita o coincidiendo con la persona, sin molestar a quien va a escucharlo sino más bien despertar su interés. Actualmente se utiliza en el mundo de los negocios como una herramienta más, aunque el concepto había sido creado en los años de 1980 por Philip B. Crosby y popularizado en esa década y la siguiente. Consejos para un elevator pitch exitoso Aunque ya hemos comentado cómo presentar tu proyecto de negocio en dos minutos, podemos dar unas pequeñas nociones para que, si te decantas por el elevator pitch como estrategia para tu proyecto, éste sea un éxito. ¿Qué hay que hacer?
- Prepara el discurso y ensayalo mucho, intentando hacerlo con otras personas.
- Intenta responder a las preguntas más básicas, las que consideras que es necesario responder y necesita saber la otra parte.
- ¿Hay algo que no sepas, que no te quede claro? Estudia bien, fórmate bien y no tengas puntos negros en tu conocimiento del negocio.
- La brevedad es clave, sobre todo porque no sabes cuánto tiempo tienes. No te pierdas en los detalles,
- Despierta el interés desde las primeras palabras, lo clave viene al principio porque de otra manera la otra persona no querrá escuchar más.
- Sé coherente con tu mensaje.
- Las cifras no deben ser muy detalladas, sólo comenta algo para despertar su interés pero sin entrar a mayores.
- Date a conocer. Di quién eres y qué sabes hacer. Aunque no lo parezca, esto es lo que más tienen en cuenta las personas que deciden invertir en un negocio.
- Llevar siempre tarjetas de visita a mano, ya que nunca se sabe si se van a necesitar.
- Elige bien a las personas que quieren formar parte de ello, teniendo en cuenta que deben tener cierto conocimiento sobre el sector del que se trata.
- Aunque pienses que es la persona ideal para llevar a cabo tu proyecto, no intentes convencerle si no quiere o ser muy pesado/a.
- Nunca pierdas la pasión, es clave.
- Sé original, ¿por qué no?
Así que ya sabes, prepara un discurso de aproximadamente 200 palabras y no te desprendas de él. No lo digas siempre igual, quédate con lo más importante y adáptalo a la persona con quien te vas a encontrar. Y si no surge la oportunidad ¡búscala!