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¿Qué es la balanza comercial?
Tal y como nos gusta hacer en todos nuestros posts, empezamos buscando cómo se define el concepto del que hablamos en páginas de autoridad. Y en este caso, igual que en la mayoría, acudimos a la Wikipedia cuya definición de balanza comercial es:
La balanza comercial consiste en los pagos y cobros que se derivan del comercio de mercancías mediante el registro de las importaciones y exportaciones de un país cualquiera durante un período.
Pero tú no entras a este blog para leer las definiciones de otros… ¡Para eso irías de forma directa a sus páginas web! Por eso, hemos creado una definición de balanza comercial con nuestras propias palabras:
La balanza comercial o de exportaciones netas, es la diferencia entre el valor monetario de las exportaciones e importaciones en la economía de un país durante un determinado período, medidos en la moneda de esa economía.
En resumen, y en un lenguaje que todo el mundo puede entender, la balanza comercial consiste en saber cuánto ha gastado un país en comprar productos y servicios y cuánto ha ganado vendiendo los suyos. Es decir, se trata de la diferencia entre exportaciones e importaciones y, según el resultado, se habla de:
- Balance positivo: se conoce como un superávit en la balanza comercial, que consiste en exportar más de lo que se importa.
- Balance negativo: se conoce como un déficit comercial y significa que se importa más que se exporta.
Todos estos conceptos los veremos en mayor profundidad más adelante pero, para ir abriendo boca, te ponemos el siguiente ejemplo:
Si un país importó $1 millón de dólares en bienes y servicios el pasado año pero sólo se exportaron a otros países $750 mil, entonces ese país tuvo una balanza comercial negativa $250 mil dólares, que también se le conoce como déficit comercial.
Y para terminar, es importante que conozcas que la balanza comercial es uno de los componentes que crea la balanza de pagos.
¿Por qué es importante la balanza comercial?
Por un motivo muy sencillo: porque indica al mundo el estado de las finanzas de una nación. La balanza comercial se utiliza para ayudar a los economistas y analistas entender la fuerza de la economía de un país en relación con otros países. Gracias a ella, cualquiera puede saber que un país con un gran déficit comercial es deudor en préstamos para comprar bienes y servicios, o que un país con un gran superávit comercial está prestando dinero al déficit de otros países.
Incluso en algunos casos la balanza comercial se correlaciona con la estabilidad política de un país, porque es indicativo del nivel de la inversión extranjera en esa nación.
Y como ya habrás imaginado, conocer esos datos es tener acceso a información muy «jugosa» para todas aquellas organizaciones que se dedican a invertir en el extranjero, motivo por el cual la balanza comercial es tan importante. En definitiva, se trata de una herramienta que bien utilizada, reduce el riesgo (o aumenta los beneficios) de las inversiones.
Los distintos estados de la balanza comercial
Si al pensar en la balanza comercial, lo primero que te viene a la mente es la típica báscula que sostiene en la mano la representación humana que se hace de la justicia, has dado en el clavo. 😉 Ahora, siguiendo con ese ejemplo, si pusieses en un plato el peso de las importaciones y en el otro el peso de las exportaciones, dependiendo de cual sea mayor, se inclinará hacía un lado u otro. O si son iguales, se mantendrá en equilibrio. Bien pues, en función a lo que ocurra al comparar ambas cuentas, se dice que la balanza es:
- Favorable.
- Desfavorable.
- Equilibrada.
Un poco más adelante te contamos con mayor detalle todo lo que debes saber sobre cada uno de esos estados pero antes, es importante que conozcas los motivos por los que pueden cambiar:
- Las modas: los consumidores se mueven por ellas y por tanto, lo que hoy se vende solo, mañana no tiene público. Y si resulta que un país vive de importar un producto que pasa de moda, su balanza se verá afectada (descubre cómo saber qué ocurrirá con tus productos gracias al ciclo de vida).
- Cambios en los precios: aquí ocurre un poco lo mismo que en el punto anterior. En caso de que el producto importado aumente su precio, es probable que la balanza se vea afectada por esa subida.
- Nuevas políticas: muchos gobiernos, para proteger su economía, crean leyes que gravan el producto extranjero o facilitan la venta de producto local, lo que influye en el resultado al comparar las exportaciones con las importaciones.
- Variaciones en la cadena de suministros: imagina que ahora traer en camión un producto de un otro país cuesta más caro que ayer. Si el aumento es muy significativo, quizás el coste de las importaciones supere el de las exportaciones… o al revés (si quieres saber más sobre la cadena de suministros, visita nuestro post).
Esos son solo algunos de los casos más comunes pero, como es obvio, hay otros más… De hecho, cualquier aspecto que afecte el precio de los bienes y servicios, es susceptible de influir en la balanza de comercial. Pero ahora toca ver en mayor profundidad ver los distintos estados que puede adoptar y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
1. Balanza comercial favorable
Cuando un país consigue que el valor de sus exportaciones supere el gasto en importaciones, se dice que su balanza comercial es favorable o que tiene superávit. Para muchos (por no decir la mayoría) se trata del estado idóneo y por eso, lo normal es que los países intenten crear políticas comerciales que fomenten un superávit comercial, ya que consideran que se trata de la mejor situación posible. Prefieren vender más, para que se pueda obtener un ingreso más alto y tener más capital para sus residentes, traduciéndose en un mejor nivel de vida. Eso es porque sus negocios sostendrán una ventaja competitiva adquiriendo la experiencia en la producción de todo lo que exportan. Contratarán a más trabajadores (descubre las mejores dinámicas para selección de personal aquí), reducirán el desempleo y generarán más ingresos. La pregunta es, ¿de verdad es una situación positiva? Por increíble que pueda parecer, no.
Ten en cuenta que, para mantener esta balanza comercial favorable, los líderes a menudo recurren al proteccionismo comercial. Se protege a las industrias nacionales, a través del cobro de tarifas, cuotas o subsidios sobre las importaciones.
De forma general, esto funciona muy bien hasta que otros países toman represalias y ponen sus propios aranceles, por lo que se entra en una especie de «guerra» de leyes que no favorecen a ninguna de las partes.
Para ver por qué un superávit comercial no es siempre una balanza comercial favorable en el mundo real, mira lo que ocurre con China y Japón. Ambos se han vuelto dependientes de las exportaciones para impulsar el crecimiento económico y para mantener ese excedente, compran grandes cantidades de bonos al tesoro de Estados Unidos y de esta manera mantener el valor del dólar en alza y el valor de sus monedas bajos, logrando que sus exportaciones tengan precios competitivos.
2. Balanza comercial desfavorable
Justo el caso contrario al estado que acabamos de ver. En esta ocasión, un país gasta más comprando productos o servicios que lo que genera con las ventas de los suyos. Esta situación de déficit comercial es lo que se considera como una balanza comercial desfavorable, por las mismas razones indicadas arriba. Por ejemplo, un país que importa mucho en productos de consumo y que exporta materias primas, no es comercialmente viable. El motivo es que no cuenta con la experiencia necesaria para darle a esa materia prima un mayor valor agregado. Además podrían agotar sus recursos naturales y es dependiente a nivel mundial de los precios de los commodities (que son las materias primas o bienes de primer nivel).
¿Significa esto que una balanza comercial desfavorable es algo a corregir y que no aporta ningún tipo de beneficio? En principio sí aunque como en todo, hay gente que le ve un lado positivo.
Algunos economistas sostienen que los países en déficit tienen mayor facilidad para vender sus productos. Incluso algunos piensas que las empresas de la nación deficitaria se ven beneficiadas, ya que les resulta más sencillo mejorar sus productos o servicios. El motivo es que dejan su producción a otros y ellos dedican la mayoría de sus recursos a investigación y desarrollo. Un ejemplo que todos conocemos de esto es Apple.
3. Balanza comercial equilibrada
Se trata del último de los estados en los que la balanza comercial puede encontrases. Aquí, la diferencia entre lo que un país gasta en comprar y gana en ventas es cero y por tanto, está en equilibrio. ¿Cuál es el problema? Que se trata del estado más complicado de alcanzar y a su vez, es el ideal. Como hemos visto en lo otros, cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes pero aquí, la economía crece de forma segura y estable. Puede que tarde más tiempo en alcanzar una posición fuerte pero, cuando lo consiga, será más solida.
¿Cómo se controla la balanza comercial?
A continuación, te mostramos las opciones que tienen los gobiernos para cambiar el estado de sus balanzas. «Y a mi como empresario, ¿para qué me sirve conocer algo así?» Esa es una buena pregunta que tiene una respuesta muy sencilla: muchas de las acciones que se lleven a cabo pueden afectar a tu negocio. Como es obvio, habrá algunas que lo hagan más y otras dependerán de lo grande que sea tu empresa pero, de lo que no cabe duda es que si las conoces, podrás estar preparado en caso de que se implanten. Y así, en caso de que resulten dañinas para ti, minimizar las pérdidas (o sacar más beneficios si son provechosas).
1. Apostar por la productividad
A medio y a largo plazo, esta es una de las mejoras que un país puede realizar para influir en la balanza comercial. ¿En qué consiste? En adoptar medidas para que los sectores más potentes de una nación trabajen de forma más eficaz y aumenten su productividad. De esta manera, se vuelven más atractivos para los compradores extranjeros y así, el numero de exportaciones aumenta.
2. Crear empresas
El punto anterior está muy bien pero, ¿qué ocurre si un país no tiene ningún sector que le permita destacar? La única opción entonces es «inventárselo» pero ¿es eso posible? Desde luego… Y Japón es el ejemplo perfecto. Y es que el país del sol naciente ha logrado en apenas 50 años situarse como la tercera economía a nivel mundial. ¿Cómo lo ha conseguido? Todo ha sido gracias a que el gobierno se alió con las empresas y decidió apostar por la industria tecnológica y automovilística.
3. «Atacar» las importaciones
Como es obvio, cuando hablamos de «atacar» no nos referimos a sacar al ejercito o bloquear la entrada de productos extranjeros por la aduana. Nos referimos a gravar el precio de las importaciones con aranceles y cuotas para que sean las empresas nacionales las que «cojan el testigo» y ocupen el mercado que queda vacante. Es evidente que se trata de una acción que resultará muy beneficiosa si tu empresa es la local pero, en caso de que vendas tus productos o servicios en el extranjero, la tortilla se da la vuelta. De todos modos, y como te hemos contado un poco más arriba, se trata de una medida que a la larga suele traer más problemas que ventajas así que, mejor que el gobierno de turno no opte por esta medida.
4. Pidiendo un préstamo
Así es, igual que tú puedes conseguir un préstamo para comprar un coche o una casa, un país tiene esta opción para equilibrar su balanza. De hecho, tal y como reconoce el Fondo Monetario Internacional, la idea es que sus préstamos se utilicen para «ayudar a los países miembros a hacer frente a problemas de balanza de pagos, estabilizar sus economías y restablecer el crecimiento económico sostenible».
5. Cambios en las exportaciones y/o importaciones
Las dinámicas convergentes o divergentes de las importaciones y las exportaciones mismas, son las primeras causas de cambios en el equilibrio comercial.
Todo impacto asimétrico en las importaciones y las exportaciones puede afectar la balanza comercial. Si la presión externa obliga a bajar los precios de un país que vende sus exportaciones, es probable que se genere un déficit comercial. Un rápido crecimiento del PIB generalmente resulta en un déficit comercial, ya que las importaciones son elásticas al PIB (suben más que proporcionalmente).
Si la transacción financiera es intensa y autónoma, una afluencia de inversión extranjera directa puede conducir a mayores importaciones (de insumos de producción para las nuevas plantas extranjeras), también debido a la revaluación de la moneda. Lo ideal es que este efecto se equilibrare en el corto plazo por las exportaciones. En estos casos, la balanza comercial estaría ajustando a los movimientos financieros.
Balanza comercial vs. balanza de pagos, ¿en qué se diferencian?
Siempre que se habla de economía aparecen términos que, si no dominas, pueden resultar muy confusos:
- Microeconomía.
- Costo de oportunidad.
- ROI.
- Balance de comprobación.
- Y muchos más
De hecho, a lo largo de este post ha salido uno que puede que haya generado dudas: la balanza de pagos. ¿Se trata de una distinta o solo es otra forma con la que se puede llamar? Lo primero es aclarar que se trata de dos conceptos diferentes. Es más, si subes hasta el apartado donde explicamos este concepto, verás que la balanza comercial es un componente importante de la balanza de pagos. Para explicarlo de una manera resumida, esta última consiste en un documento donde se registran todos los movimientos económicos que un país realiza en un periodo de tiempo concreto. En concreto se recogen:
- Los movimiento de capital.
- Las compras y ventas de productos y servicios.
- El intercambio de tecnología.
A parte de eso, la balanza de pagos también mide las inversiones internacionales y los beneficios netos de esas inversiones. Para que entiendas hasta que punto son dos aspectos distintos, un país puede mantener un déficit comercial pero tiene un superávit en su balanza de pagos. Los extranjeros invierten en el crecimiento de un país con préstamos a las empresas, comprando bonos y contratando trabajadores. Si los otros componentes de la balanza de pagos están en superávit, un déficit comercial puede ser completamente compensado. Y para rizar aún más el rizo, existen muchos otros tipos de balanzas en función de lo que registran:
- De servicios.
- Por cuenta corriente.
- Financiera.
- De rentas.
- De transferencias.
Pero esas, por ahora, las dejamos para otro día. 😉
¿Tienes algo que decir sobre la balanza comercial?
Hasta aquí todo lo que queríamos contarte acerca de la balanza comercial. Como ves, a pesar de ser un concepto que puede sonar lejano para tu negocio, si lo conoces puede aportarte grandes beneficios. Y durante todo el post, hemos dado por hecho que no lo conocías pero, si resulta que sí es así, nos encantaría que lo completases añadiendo datos que se nos hayan pasado (o incluso que nos corrijas si algo no es correcto del todo). Para ello, tienes los comentarios a tu entera disposición justo debajo de estas líneas. ¡Nos vemos en ellos!