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Qué es la banca electrónica y cómo se utiliza

Las nuevas tecnologías nos han permitido hacer muchas de nuestras tareas diarias más fáciles y rápidas. Los ordenadores y smartphones han sustituido y mejorado muchas de nuestras actividades y ya son el instrumento con el que millones de personas realizan sus compras diarias, hacen sus reservas o incluso se comunican.

Pero no fue hasta hace pocos meses cuando pasamos de los engorrosos trámites bancarios en persona (complicados para jornadas laborales partidas) a hacer todas nuestras operaciones a través de internet, gracias al nacimiento de la banca electrónica de las distintas entidades, paralelamente en varios países.

La banca electrónica nos permite acceder a un sistema específico de nuestro banco desde nuestro ordenador, smartphone o tablet y realizar aquellas operaciones que hasta ahora solo hacíamos in situ, en un cajero o a través del teléfono. Para ello, las distintas entidades han creado plataformas específicas a las que se accede con un nombre de usuario y una contraseña que se deben solicitar en una oficina física, para evitar problemas de seguridad. Junto con ese nombre de usuario y esa contraseña, la entidad te proporcionará una tarjeta con una serie de coordenadas que servirán para autenticar cada operación. Este es el sistema que utilizan los bancos para garantizar la seguridad de las transacciones electrónicas de sus usuarios, algo que preocupó mucho cuando se tuvo noticia de estas mejoras.

Una vez hemos accedido con nuestro usuario y contraseña, podremos realizar diversas operaciones, como consultar el saldo o hacer una transferencia. Para operaciones como transferencias, se activa el protocolo de autenticación que consiste en el envío de unas coordenadas que en la tarjeta que solicitamos con el alta del servicio corresponde a un número de dígitos variables según la entidad. Este es el número que debemos introducir para la autenticación. De esta forma, se garantizan varios pasos de seguridad. El primero, es el envío de un sms al teléfono particular del usuario. El segundo, es el envío de coordenadas que solo corresponden a su tarjeta de coordenadas personal. Este doble criterio se utiliza para evitar robos o desajustes en la cuenta.

Aunque en principio la banca electrónica se concibió para utilizarse desde un PC con acceso a internet, las diferentes entidades han creado apps para smartphones y tablets que faciliten el acceso al servicio desde cualquier lugar y en cualquier momento. Estas aplicaciones incorporan interfaces muy intuitivas y tienen la ventaja de que guardan el usuario y la contraseña para todas las entradas en el servicio, aunque por supuesto mantienen el proceso de autenticación por coordenadas.

Las ventajas del uso de la banca electrónica son innumerables. Primero, nos encontramos con la sencillez de sus operaciones, que podemos realizar desde cualquier dispositivo con conexión a internet. Su sistema de seguridad también nos garantiza que nuestras operaciones están a salvo y que se realizarán sin incidencias. Por último, nos permite tener un contacto más directo con nuestra entidad bancaria, y nos evita largas colas o esperas en las oficinas físicas. Esto incluso beneficia a las propias entidades que agilizan los trámites.

Casi todas las entidades bancarias disponen actualmente de banca electrónica. Para disfrutar del servicio, solo debes desplazarte a una oficina física y solicitar en el momento el usuario, la contraseña y la hoja de coordenadas. Para facilitarte estos datos, el operario te pedirá que te identifiques debidamente como el titular de la cuenta y te explicará en pocos pasos el proceso para que puedas empezar a utilizarlo cuanto antes.