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La flexibilidad laboral como herramienta para potencias tu negocio: ventajas, desventajas, modalidades y mucho más

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Lo has leído y escuchado en infinidad de ocasiones pero, ¿de verdad la flexibilidad laboral puede ayudar a tu negocio a alcanzar cotas más altas? La respuesta corta es que sí, la respuesta larga sigue siendo «sí pero…». ¿A qué viene ese pero? ¿Tiene un lado negativo que nadie te ha contado? ¿Cuáles son sus principales ventajas? ¿Qué medidas puedes adoptar en tu empresa? A todas esas preguntas les damos respuestas en el post de hoy. Y nosotros somos flexibles, puedes leerlo cuando mejor te venga. 😉

Índice

¿Qué Necesitas?

¿Qué es la flexibilidad laboral?

Estamos seguros que casi todo el mundo sabe en qué consiste este concepto pero, para que no quede ninguna duda, escribimos nuestra propia definición de flexibilidad laboral:

La flexibilidad laboral consiste en una serie de acciones que una empresa lleva a cabo para que sus trabajadores puedan conciliar su vida laboral y familiar de una manera más sencilla.

Es decir, se trata de todas las medidas que tu negocio incorpora para conseguir que tus empleados disfruten de su familia, tiempo libre, ocio, etc… Logrando así que estén más contentos y, en definitiva, que sean más productivos.

Ventajas y desventajas de la flexibilidad laboral

Como todo en esta vida, este concepto aporta beneficios pero también tiene un lado oscuro que puede hacer que se convierta en un lastre para tu empresa. Y como no queremos que algo así ocurra, a continuación te contamos todo lo bueno y lo malo de la flexibilidad laboral. Así tienes toda la información para elegir e incluso puedes adelantarte a los problemas… Si es que surgen. 😉

Ventajas

  • Ayuda a la conciliación: la primera no podía ser otra, y es que este es el principal motivo por el que los trabajadores cada vez la demandan más. Poder pasar más tiempo con su familia (o haciendo lo que quiera) es algo que todo el mundo quiere (Aquí tienes más información sobre por qué la conciliación es tan importante).
  • Aumenta la producción: es una consecuencia directa del punto anterior. Si tus empleados están contentos, eso se nota en que su trabajo es de mayor calidad.
  • Disminuye el estrés: imagina que tienes un hijo pequeño que no puede ir al colegio porque tiene fiebre y, para colmo de males, no tienes con quién dejarlo. El agobio es menor si sabes que basta con llamar a tu empresa y decir «hoy trabajo desde casa» o «entro más tarde». Algo así aleja el síndrome de burnout.
  • A tus empleados les encanta: algo normal después de leer todo lo que has leído, ¿verdad? Pero es que además, hace que se comprometan más con tu empresa.
  • Atrae talento: según varios estudios, para las nuevas generaciones es un requisito cada vez más indispensable y un motivo para elegir entre un puesto de trabajo u otro.
  • El nivel de absentismo disminuye: otro de esos aspectos que caen por su propio peso cuando das a tus empleados mayor libertad.
  • Más barato: sobre todo en el caso del trabajo en remoto, porque ahorras en gastos como luz, agua y en el alquiler de un local más grande (descubre más ventajas sobre el trabajo remoto entrando aquí).

Desventajas

  • No siempre es posible: el primer gran escollo es que no todos los trabajos permiten esta modalidad. Médicos de guardia, profesores, bomberos, etc no pueden elegir cuándo trabajan.
  • Llevar un control es más complicado: si cada empleado entra y sale cuando quiere, o incluso ni aparece por la oficina, tenerlo todo bajo control cuesta más.
  • Trabajar en equipo no es tan sencillo: aunque hoy en día, y gracias a la tecnología, es más fácil trabajar en equipo sin estar en el mismo sitio, pero no cabe duda de que la flexibilidad laboral añade un plus de dificultad por los motivos del punto anterior (para ampliar información sobre el trabajo en equipo, visita nuestro otro post).

Tipos de flexibilidad laboral

Para incorporar este sistema a tu negocio, puedes optar por dos opciones:

  • Que tus empleados trabajen desde donde quieran (lo que se conoce como trabajo en remoto o teletrabajo).
  • Que tengan que acudir a la oficina pero con horarios más libres.

Dentro de ese último punto, puedes «jugar» con distintas opciones en función a las necesidades de tu empresa (pero no olvides que las de tus empleados también cuentan):

  • Libre: les das a tus trabajadores total libertad para entrar y salir de la oficina cuando ellos quieran, gestionarse según crean e incluso si ir o no. Ideal cuando se trabaja por objetivos.
  • Variable:  muy parecido al punto anterior, solo que en este caso sí existe la obligación de asistir al centro de trabajo (pero con el horario que él decida).
  • Fijo-variable: quizá el modelo más extendido y que consiste en que la empresa ofrece a sus empleados un margen de horas para que entren cuando mejor les venga (de 8 a 10 por ejemplo) y, en función de la que elijan, cambia su hora de salida.

Optes por el modelo que optes, recuerda que debes llevar un control de las horas trabajadas para que no se convierta en absentismo laboral (salvo que optes por la modalidad «libre»).

Medidas de flexibilidad laboral

¿Te está gustando todo lo que ofrece la flexibilidad laboral y quieres incorporarla a tu empresa? Toma nota de algunas de las medidas más comunes que se utilizan:

  • Semana comprimida: consiste por ejemplo, en trabajar más horas de lunes a jueves para descansar el viernes y así conseguir un fin de semana más largo. También se puede cambiar por cualquier otro día (o incluso por medio solo).
  • Trabajo por objetivos: aquí lo que importa es que el trabajo esté presentado a tiempo, sin importar las horas que los responsables han estado en la empresa. Muy común en los puestos de trabajo relacionados con proyectos.
  • Reducir el tiempo para la comida: si tus empleados tienen que comer en el lugar de trabajo, ofrecer la posibilidad de acortar el tiempo que dedican a almorzar para salir antes es una opción estupenda.
  • Prohibido convocar una reunión pasada cierta hora: de nada sirve que un trabajador adapte su horario de trabajo si, justo antes de la salida, es convocado para una reunión que le impide salir cuando tenía pensado.
  • Reducción de jornada: puedes optar por la modalidad más clásica de recudir en salario en función a las horas. Aunque cada vez más empresas, según el motivo y la cantidad, mantienen el 100% del salario aunque la jornada se reduzca (por cuidado de hijo enfermo, si se reduce menos de un 10%, etc).
  • Bolsa de horas: se trata de que cada trabajador dispone de un tanto por cierto (elegido de acuerdo con la empresa) de sus horas de trabajo para asuntos personales. A cambio, la empresa puede reclamarlas en momentos de mucho trabajo.

Esos son solo algunas de las muchas opciones que tienes para flexibilizar los horarios de tu negocio.

La flexibilidad laboral es indispensable hoy en día

Pero eso no quiere decir que tengas que implantarla de cualquier manera. Como has visto en este post, también tiene sus desventajas y no todo el mundo puede acogerse a ella. Entonces, ¿qué harás? ¿Se lo propondrás a tus empleados? ¿Qué medidas te parecen mejores? ¿Conoces otras? Usa los comentarios de más abajo para contestar esas preguntas o para contarnos lo que quieras sobre la flexibilidad laboral. Quizás hasta puedas hacerlo desde el trabajo. 😉