
- Responder a las necesidades específicas de las empresas
- Mejorar las competencias y cualificación de los profesionales en su sector
- Aumentar las habilidades, competencias y conocimientos de los trabajadores
- Ayudar a la adaptación al cambio y mejora en las empresas
- Adaptar el personal a las innovaciones y mejoras tecnológicas, nuevas herramientas y formas de trabajo
- Propiciar que se desarrollen nuevas actividades económicas
- Evitar quedarse atrás
- Incrementar la competitividad de las empresas
- Que los trabajadores se desarrollen personal y profesionalmente
- Mejorar las expectativas de desarrollo en la empresa, la motivación y el clima laboral
- Favorecer el reciclaje de empleados
Para la máxima eficacia, es necesario un buen plan de formación que incluya:
- Diagnóstico
- Objetivos
- Acciones formativas
- Evaluación
- Seguimiento
Además, la formación no debe ser considerada solo como hacer un curso o dos sino como una forma de seguir actualizando conocimientos constantemente. Por otro lado, hay que estudiar las necesidades formativas para conocer las acciones formativas dirigidas a ellas y al objetivo final pretendido. La formación debe adaptarse a quien la realiza y no al revés, ya que no es un fin en sí mismo sino que es una herramienta o medio para conseguir objetivos y resultados. A día de hoy, hay una gran cantidad de cursos, centros y modalidades formativas dedicadas exclusivamente a la formación continua de personas (y específicamente de trabajadores). Las empresas son capaces de reconocer la necesidad de la formación de su capital humano y los trabajadores valoran poder formarse constantemente y mejorar, por lo que cabe esperar que esto siga creciendo. Los trabajadores que se forman no solo adquieren los conocimientos o habilidades a los que se destina la formación, sino que se forman constantemente y mejoran en un entorno cada vez más competitivo en que hay que adaptarse a los cambios y seguir actualizando conocimientos. El mundo cambia y evoluciona constantemente y las personas debemos adaptarnos a ello, por eso la formación continua es clave tanto en las empresas como en la vida real.