
Se trata de un compromiso o también llamada obligación por parte de los miembros de una sociedad. La valoración del compromiso social comprende entre otros, aspectos éticos y legales. La responsabilidad social es un compromiso por parte de los miembros de una sociedad, ya sea de manera individual o grupal, implicando que se tenga en consideración el impacto que provocará una determinada decisión. Algunas definiciones dicen que la responsabilidad social es la teoría ética que una entidad manifiesta de manera responsable hacia la sociedad en la que se halla inmersa. La responsabilidad puede adquirir el carácter de negativa o de positiva. En caso de ser negativa se puede presentar la abstención de actuar, ocurriendo lo contrario en el caso de que sea positiva. En la actualidad es considerada como un concepto normativo no obligatorio, es decir sin fuerza de ley. Por tal motivo se dieron origen a distintas percepciones de la responsabilidad social como es el caso de la social corporativa o de la social empresaria. Para el sociólogo Claus Offe la percepción de la responsabilidad social tiene como fin actuar como un mecanismo de creación y promoción de una moral autónoma y de un autocontrol civilizado de los miembros de la sociedad. Con respecto a la responsabilidad social empresarial, la podemos definir como una contribución al mejoramiento social, económico y ambiental, llevado a cabo por las empresas con el objetivo de mejorar la percepción valorativa que tienen las personas sobre la misma. En cambio la responsabilidad social corporativa da por sobre entendido el cumplimiento de las leyes y de las normas, por lo cual lo da por sentado. En cambio el cumplimiento de la legislación laboral y las normativas que están relacionadas con el medio ambiente corresponde a la responsabilidad ambiental. En realidad las empresas deben cumplir con las obligaciones básicas por el simple hecho de garantizar su actividad. Si una empresa manifiesta que cumple con las RSE y no cumple con la legislación que corresponde a su actividad estaría en un delito. Los administradores de las organizaciones deben realizar prácticas y estrategias que tengan como objetivo un equilibrio entre los aspectos económicos, sociales y ambientales.