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Descubre qué es un bono y por qué puede ser la herramienta ideal para tu negocio

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En el mundo de las finanzas, existe una palabra que todo el mundo conoce: bono. Pero, ¿sabrías decirnos qué es un bono de forma exacta? ¿Cuántos tipos existen? ¿Cuáles son sus riesgos? Esta información, vital si quieres que tu negocio se beneficie de todas sus ventajas, es la que te contamos en el post de hoy. Lo sentimos si creías que hablaríamos de Bono, el cantante de U2. 😉

Índice

¿Qué es un bono?

Lo primero que hacemos, como siempre, es ir a la Wikipedia y ver qué es un bono según esta enciclopedia online:

Los bonos son instrumentos financieros de deuda utilizados tanto por entidades privadas como por entidades de gobierno.

¿Y ya está? ¿En una una frase tan corta se puede definir qué es un bono? Desde luego que no. Utilizando nuestras propias palabras, te decimos que el bono en los mercados financieros es una de las principales formas en que se materializan las deudas ya sean de renta fija o variable, que además puede estar emitido tanto por una institución pública como una empresa, entre otras más entidades. Se trata principalmente de una inversión que se realiza a medio o largo plazo y que tiene ciertos riesgos. Se tratan de títulos generalmente al portador, por lo que se suelen negociar en el mercado o bolsa de valores, y que además el emisor se compromete por medio de ellos a devolver el capital con los intereses (cupón). Si se utiliza un corredor para realizar la compra de los bonos es conveniente elegir uno que de fiabilidad y cobre unos intereses más bajos. El valor nominal del bono se trata de la cantidad de dinero que se recibirá una vez que el bono haya llegado a la fecha de maduración o prefijada, es decir, que en esa fecha la persona recibirá el dinero que le corresponde por medio del bono. Generalmente, en las empresas se realizan los bonos porque se necesita dinero, ya sea para mantener la empresa o muchas veces para poder crecer de cara a algunos aspectos o modernizarse o conseguir nuevas cosas. A estos bonos se les suele llamar también obligaciones negociables.

¿Qué tipos de bonos existen?

A la hora de hablar de este tipo de productos, debes saber que existen varios tipos de bonos, de los cuales los más importantes son:

  • Bono convertible
  • Bono canjeable
  • Bonos del estado
  • Bonos cupón cero
  • Bonos de caja
  • Bonos basura
  • Bonos de deuda perpetua
  • Strips

De todos esos, los que más nos interesan son los bonos canjeables, los bonos convertibles y los bonos de caja.

1. Bonos canjeables

La principal característica de este tipo de bono es que, tal y como su nombre indica, se pueden canjear por acciones ya existentes de la empresa. Es muy importante remarcar lo de «acciones ya existentes» porque, al ser de ese tipo, ni aumenta el capital de la empresa emisora ni el valor de las acciones disminuye. Con estas características, resulta obvio que los estados no utilicen esta clase de bonos. A la hora de crear este tipo de producto, el emisor debe editar y registrar un documento con toda la información en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en el que se explica:

  • A partir de cuándo se puede cobrar el bono. Puede incluir clausulas que liberan de una fecha determinada para casos especiales (como insolvencia del emisor).
  • Los cupones periódicos que cobrará cada inversor.
  • A cuántas acciones equivalen por cada bono o cómo se calculará ese valor.

Hay que tener en cuenta que el inversor no tiene la obligación de canjear su bono si no le interesa. 

2. Bonos convertibles

Este tipo de producto es muy parecido al bono canjeable. De hecho son casi lo mismo solo que,  los convertibles, ofrecen la posibilidad de canjear por acciones de nueva emisión por un precio fijado de forma anterior. Si estás pensando en optar por bonos convertibles, es importante que sepas que existen dos tipos:

  • Obligatorios: también conocidos como clásicos, en esta clase es el emisor el que decide cuándo se convierten los bonos y el inversor no tiene ni voz ni voto. Por ese motivo, son solo aconsejables para expertos en la materia.
  • Voluntarios: justo el caso contrario que el anterior. Aquí, es el inversor el que decide cuándo ejecutar la conversión o, si por el contrario, prefiere esperar a un mejor momento. Es el ideal para todo tipo de personas.

Como estamos hablando de conceptos que quizás suenan un poco extraños, vamos a verlo con un ejemplo que siempre ayuda a comprender mejor todo. Dani ha comprado un bono convertible de Apple por 1.000 euros, el cual le genera un interés del 5% anual y lo puede convertir cuando quiera (es voluntario) a 20 euros cada acción. Pasados 3 años, ha ganado 150 euros con los intereses y ahora puede elegir si recuperar su inversión o convertirla en 50 acciones (al dividir 1.000 entre 20) de Apple. Si las Apple cotiza a 10 euros, es obvio que no le compensa y que optará porque le devuelvan sus 1.000 euros. Pero si cotiza a 30 euros, entonces sí que podría plantearse convertirlo en acciones ya que obtendría un mayor beneficio.

3. Bonos de caja

Muchas empresas utilizan los bonos de caja ya que por medio de ellos, la empresa se compromete a pagar al vencimiento fijado el préstamo que se ha pactado, de manera que los recursos obtenidos por los bonos se utilizan en necesidades de la propia empresa. Como quizás estés pensado, se parecen mucho a los depósitos a plazo fijo que ofrecen las entidades bancarias. La verdad es que sí pero, a diferencia de estos últimos, una vez que vencen dejan de producir intereses.

¿Qué riesgos existen a la hora de invertir en bonos?

Al igual que ocurre con las stock options, este tipo de producto tiene unos riesgos que hay que estar dispuesto a asumir:

  • Riesgo de crédito: que el emisor no haga frente a los pagos derivados de renta fija.
  • Riesgo de mercado: el precio del bono puede variar en función de los tipos de interés del mercado, y esto puede ser tanto positiva como negativa.
  • Riesgo de liquidez: no poder ejecutar el bono porque el mercado no pueda asumirlo.
  • Riesgo de inflación: si el coste de la vida sube más rápido que los beneficios del bono.

Eso son solo algunos de los casos más comunes que pueden hacer que pierdas todo lo invertido. Por eso, si te estás planteando entrar en este «mundillo», nuestra recomendación es que busques a un experto para minimizar riesgos. Y por supuesto, nunca olvides que los bonos existen porque una entidad necesita dinero y la otra parte quiere invertir dinero para conseguir unos intereses en esta acción. Los bonos son obligaciones e involucran a dos partes, por lo que hay que dejar y tener muy claras las obligaciones y derechos de cada una de las partes, teniendo en cuenta la tasa de interés y la frecuencia del pago.

Los curiosos nombres de los bonos internacionales

Si gracias al comercio exterior puedes vender productos a todo el mundo, es evidente que con el nivel de tecnología que existe, invertir a nivel mundial también es posible. Por eso, y por si te ha picado el gusanillo, a continuación te contamos los nombres que se usan para llamar a los bonos en función a aspectos como procedencia, monedas, etc…

  • Eurobono: podría parecer que se trata de los bonos europeos (o al menos que los que usan euros) pero no es así. Son lo que se emiten con una moneda distinta al país donde está el emisor. Por ejemplo, una empresa española emite bonos en pesos argentinos.
  • Bulldog: cuando se emiten en libras esterlinas, en el mercado británico pero por un ente extranjero a Gran Bretaña.
  • Matador: el mismo concepto que el anterior, solo que cambiando mercado británico por mercado español.
  • Yankee: siguiendo la secuencia lógica, estos son los bonos que se emiten en dólares americanos para el mercado estadounidense por organismos no americanos.

Existen multitud de nombres más como por ejemplo, canguro para Australia o panda para China. Como ves, los tópicos siguen a la orden del día. 😉 Mención especial merece Japón donde, gracias a lo ahorradores que son sus habitantes, es uno de los países favoritos para muchos inversores. Esto hace que existan muchos tipos distintos de bonos:

  • Samurai: el equivalente al bulldog, matador y yankee.
  • Shibosai: es lo mismo que el bono samurai, pero no es accesible a particulares.
  • Uridashi: cuando alguien invierte en el mercado japones pero no lo hace en yenes y no lo ofrece a minoristas.

Eso son solo algunas de las clases que existen, pero todavía hay más.

¿Qué es un bono? Una oportunidad con riesgos

No tenemos nada más que añadir sobre este tema, te hemos contado todo lo necesario para que sepas qué es un bono. Ahora nos gustaría oírte a ti:

  • ¿Has invertido alguna vez en bonos?
  • ¿Tu negocio los ha usado en algún momento para conseguir más capital?
  • ¿Crees que son una buena manera de lograr beneficios?

¿Qué te parece si hacemos de los comentarios un foro y nos cuentas tu experiencia con ellos? A nosotros no parece una idea genial. 😉