Hace tiempo acudí a una
“entrevista de selección” para trabajar como
“agente del tiempo” (nada tiene que ver con el clima), y aunque la “entrevista” no fue nada productiva (en realidad no existió más que un papel en el que escribir en una mesa), después tuve tiempo para profundizar un poco más en lo que consisten los bancos de tiempo. Es algo de lo que pocas personas hablan, porque ni si quiera conocen, pero que existe y cada vez está en mayor auge. Un
banco de tiempo es un sistema en que se
intercambian los servicios por tiempo, de manera que se puede recibir lo que se quiere sin pagar nada sino utilizando el tiempo como moneda de cambio. Si alguien dedica una hora a hacer lo que necesitas, tú debes dedicar una hora a hacer lo que sabes. Un banco de tiempo permite que
cualquiera pueda tener lo que necesita sin utilizar dinero. Esto permite a los que no tienen dinero poder tener lo que necesitan a la vez que aprovechan sus habilidades. Además, permite una igualdad entre diferentes estratos económicos, porque todas las habilidades cuentan igual, la única medida es el tiempo.
Cómo es su funcionamiento Por ejemplo, una persona necesita que le pinten la casa pero no tiene dinero para pagarlo ya que está en casa sin cobrar nada. Sin embargo, tiene unos buenos conocimientos de fontanería ya que es su profesión. En un banco de tiempo, la persona puede “comprar” las horas que le cuesta que otra persona le haga lo que necesita “pagando” con las mismas horas que recibe haciendo lo que “sabe hacer” a la misma persona o a otra. Para que esto funcione, ni si quiera es necesario que la persona que recibe el favor se lo pague a la misma persona que se lo hace, ya que mediante el intercambio de favores se consigue gestionar el buen funcionamiento del banco de tiempo para que todos tengan lo que quieren y ofrezcan lo que saben hacer. De esta manera, A le hace un trabajo a B, y B le hace un trabajo a C, mientras que C se lo puede hacer a A. Aunque por supuesto, el funcionamiento es más complejo porque hay más personas implicadas.
Cómo funciona el banco de tiempo para personas que van a utilizarlo:
- La persona abre la cuenta del banco del tiempo
- Pide lo que necesita
- Asume un crédito de tiempo que debe pagar
- Otra persona hace el trabajo
- La persona paga ese tiempo con cosas que sabe hacer y otras personas necesitan
Algunos bancos de tiempo ponen una fecha límite para «pagar» el saldo negativo de tiempo que tienen para así favorecer más la continuidad del banco de tiempo y evitar que haya personas que pasen mucho tiempo en saldo negativo. ¿Quién lo puede utilizar? No sólo pueden participar personas con dificultades económicas, cualquiera puede formar parte de los bancos de tiempo siempre que necesite algo y tenga algo que aportar. Los créditos de tiempo se depositan en el banco de tiempo y se pueden sacar en cualquier momento. Los agentes de tiempo gestionan estos bancos y se encargan además de dinamizar e incentivar a los miembros a que participen e intercambien servicios. Actualmente, existe este servicio en muchos sitios y ayuntamientos, y cada vez se movilizan más para encontrar usuarios dispuestos a intercambiar servicios y animar a los que ya tienen. Es una nueva actualización del sistema de trueque que existía antiguamente y que aún a día de hoy se sigue utilizando. Y sin duda es una buena opción para muchas personas que pasan por dificultades económicas.