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Reducir costes: estructuras ligeras y adaptables

En la situación socioeconómica actual nos encontramos ante multitud de empresas y multitud de negocios que están cerrando, ante multitud de profesionales que no pueden seguir tirando adelante sus proyectos profesionales y sus proyectos empresariales. Y ello que tiene muchas causas, tiene una de muy importante: una sobre estructura que resulta demoledora. Por supuesto que existirán muchos motivos que den al traste con los proyectos y sueños profesionales e incluso algunos (que no todos) de estos motivos no podremos controlarnos y nos vendrán impuestos por condicionantes o por razones y motivos externos. Es más incluso en el caso de aquellos factores que sí que a priori podremos controlar no todos los negocios ni sectores podrán hacerlo, pero algunos de ellos sí, y la reducción de costes pero especialmente de estructuras pasa por ellos. Hablar de reducción de costes está muy bien, pero ¿hasta dónde nos es posible reducir costes? He allí la clave del éxito o de la no inanición. Un negocio cual fuente de energía requiere de un combustible que la haga funcionar y cuanto más combustible requiera para funcionar mayor será lo que la maquinaría deberá producir (o conseguir, pero esto es limitado) para poder sufragar el combustible. Y he aquí uno de los problemas de muchas empresas: por mucha reducción de costes que practiquen, por mucho que se esfuercen en reducir costes, siguen teniendo una estructura, un esqueleto demasiado amplio y que consume mucho aunque esté parado, y no lo pueden sostener en el medio ni mucho menos en el largo plazo. Existen sectores, profesiones y tecnologías, existen sistemas de externalización, sistemas de contratación por colaboraciones profesionales y existen multitud de factores que nos pueden evitar eso. Negocios con una estructura mínima pero eficiente, con muy poco músculo pero con un gran componente virtual que le permite ser mucho más grande que cualquier mastodonte industrial con grandes estructuras mobiliarias e inmobiliarias, y sobre todo un ente liviano mucho menos dinosaurio y mucho más ágil que el mastodonte, mucho más centrado en su corazón y menos centrado en su dimensión.