
Reestructurar la empresa en épocas de baja producción cuando hay problemas en la economía, sucede distintos sectores como por ejemplo en el industrial, sufriendo recortes en la producción y por ende muchas reducen personal. En las industrias es más fácil medir la productividad que tiene cada empleado, mientras que en otros sectores como los de servicios o distribución resulta un poco más complejo. Lograr el equilibrio entre las personas y el logro en las empresas depende de varios factores como son el talento, el salario o los diferentes puestos claves. Ante toda adopción de medidas que son drásticas, hay que analizar mas detenidamente varios datos para tener un panorama mas amplio de lo que esta sucediendo. Primero: hay que saber cuales son los procesos que son productivos, los improductivos, y los que sirven de apoyo. Segundo: hay que inventariar las funciones, saber cuales son las críticas que son fundamentales y deben seguir, o aquellas que se pueden fusionar y poder aumentar en forma global la eficiencia del proceso. Tercero: las reducciones no deben dirigirse al aspecto cuantitativo sino en lo cualitativo, se debe apuntar a las aptitudes y conocimientos y no dirigirse a los que ganan mas, o están próximos a la jubilación o los que recién se incorporan. Si se adopta la postura de esquemas tradicionales de reducir costos, por aquellos despidos que cuesten mas baratos, esto significa hacerlo sin mirar si esas personas formaban parte de procesos eficientes en el mediano plazo, es decir se toma decisiones cortoplacistas y no se fijan en procesos imperativos, por lo tanto que situación se tendrá en un futuro con estas decisiones adoptadas. Esto trae que ante una situación incierta y de cambio, se debe analizar diferentes aspectos y concordarse para ofrecer una ventaja competitiva en el futuro: gestionar adecuadamente el talento interno, comunicación eficiente, analizar los procesos de negocios. La visión futurista debe ser compartida en forma integral por la organización.