
La Responsabilidad Social Corporativa (RSC), contiene en sus fundamentos un elemento esencial; “La ética”, consideración sin la cual todos los conceptos, principios y componentes de dicha filosofía carecerían de sentido común. Las principales razones que motivaron la aparición de ésta filosofía y la razón actual de su propagación se resumen en lo siguiente: Influencia de la sociedad civil. Imposición de las instituciones públicas. Presión del mercado. Cambios en el entorno social, cultural y económico. Se puede apreciar que los elementos señalados, mantienen entre sí, una particularidad; “son producto de la exigencia de terceros, hacia la empresa”. Las personas y la sociedad, han sufrido diversas afectaciones; mano de obra bajo condiciones de explotación, prestaciones laborales no pagadas. Las instituciones públicas han ejercido la coacción para evitar el deterioro ambiental, exigir el pago de impuestos. El mercado a través del consumidor (la misma sociedad) ha evolucionado, transformándose de un comprador pasivo e indiferente a un cliente exigente, crítico y consiente de los deterioros y arbitrariedades que cometieron los ancestros de algunas de las compañías actuales. El entorno ha cambiado; de una sociedad sumisa, inculta y desorganizada, a una pluralidad exigente, con mayores conocimientos y organizada en pro de reclamar y demandar sus derechos. En seguida del presente análisis, surge entonces el cuestionamiento planteado de fondo en el presente artículo: ¿La filosofía de la RSC, su aplicación y promoción es sensata o paradójica? ¿Por qué se ha creado una filosofía de observancia voluntaria en vez de una filosofía de exigencia y cumplimiento a todas las normas que han sido violadas reiteradamente en el pasado y el presente?
Interrogantes sin duda alguna complejas de responder, sobre todo porque a raíz de la adopción de la filosofía de la RSC, muchas corporaciones de gran magnitud han influido en la creación de otros conceptos que emergieron partiendo de los mismos principios, como los de Inversión Socialmente Responsable, Consumo Socialmente Responsable, Políticas socialmente Responsables y otros criterios similares. Probablemente, la paradoja de la RSC, estribe en el hecho que sus principios y argumentos originales, han sido violentados y adaptados en algunos países del mundo, que suponen la promoción y aplicación de ésta filosofía, omitiendo en algunos de los casos, aspectos fundamentales que parecieran convencionales a ciertos núcleos empresariales.
Finalmente y tal como está concebida la RSC, uno de sus actores trascendentales es la misma sociedad, que juega varios papeles estratégicos que se refieren a continuación:


- A través de las organizaciones civiles, la incidencia política y el ejercicio de la democracia, podrá influir en el cumplimiento y exigencia de las políticas sociales, eligiendo representantes comprometidos con las mayorías.
- Como consumidor, tiene la última palabra en elegir acertadamente los productos y servicios provenientes de Empresas Socialmente Responsables.
- Como ciudadano, seguir creciendo social, cultural y económicamente para presionar que la empresa y el empresario asuman cabalmente sus obligaciones.
Eventualmente lo que sigue haciendo falta para concretar la efectividad de la filosofía de la RSC, es que algunas personas, instituciones, empresas, gobiernos y países que están convencidos verídicamente de la necesidad de una aplicación estricta de la RSC, promuevan con énfasis su conocimiento por parte de la sociedad, para que finalmente ésta última, sea la que logre su efectiva aplicación en pro del Desarrollo Sostenible y del bienestar común.