Con el lema de “mejor prevenir que curar” haremos bien de empezar este artículo. Pues en el tema de la seguridad informática no se puede jugar y las empresas mucho menos. Veamos algunas propuestas para que estas garanticen al máximo sus sistemas y sus procesos. El auge de la informatización de todos los procesos de la sociedad y con ello los de la empresa, la dependencia de las empresas de los sistemas informáticos ha aumentado exponencialmente hasta convertirse imprescindible para la operativa diaria de las empresas. Y si bien eso ha supuesto unas grandes ventajas y avances de toda índole, también supone importantes riesgos, riesgos que no se pueden tomar a broma. Y estos riesgos que afectan a la sociedad en general también pero muy particularmente a las empresas pueden adquirir tintes dramáticos o resultados desastrosos especialmente en dos casos: en un fallo general de los sistemas o en un ataque a los mismos. Para evitar en la medida de lo posible cualquiera de estos dos casos, solo hay un camino: máxima seguridad informática en todo el entorno de la compañía tanto con acciones activas como pasivas. Así, disponer de unos sistemas informáticos adaptados en tamaño y calidad a nuestras necesidades y tener contratado un servicio de mantenimiento óptimo, nos permitirá garantizar básicamente la estabilidad de sus sistemas. A la vez dotar de formación e información a todas las personas que tienen contacto con estos sistemas de las recomendaciones y consejos de seguridad informática puede resultar vital. Pero para vital siempre hablar de disponer de equipos de seguridad potentes en cada uno de nuestros equipos, en cada una de nuestras redes, en cada uno de nuestros gadgets. Un último apunte al respecto, el que busque riesgo 0 que busque en otro lugar, pues en el mundo de la seguridad informática, como en el de la seguridad y en general de cualquier actividad humana el riesgo 0 no existe, pues el riesgo en mayor o menor grado es intrínseco. Ahora bien de lo que si se trata y de lo que se ha tratado en este artículo es de como mediante políticas y acciones activas y pasivas de seguridad informática podemos minimizar esos riesgos.