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Si tienes un negocio, debes ser responsable por él

Más allá de que nuestra empresa no sea precisamente una gran compañía, existen ciertos factores que no deben ser pasados por alto. Tanto en el caso de poseer una PyME, como un microemprendimiento, lo cierto es que nuestra empresa no está aislada del mundo que la rodea. En definitiva, de nuestro negocio dependen empleados, clientes, proveedores y la comunidad local en la que se desenvuelve el emprendimiento comercial. Es precisamente por ello que todos estos actores se ven afectados de forma directa por nuestro negocio y por todo lo que hacemos con él. Por otra parte, los métodos que utilizamos para la fabricación de los productos que comercializamos también tienen un impacto directo sobre el medio ambiente. Por todo ello, hasta el más pequeño microemprendimiento debe basar su producción y procesos en el marco regulador especificado por la Responsabilidad Social Corporativa, lo cual nos permitirá conocer y comprender el impacto que nuestro negocio está teniendo con el mundo, con el fin de generar un impacto que sea totalmente positivo. Es por ello que cuando llevamos adelante nuestro negocio, no sólo tenemos que hacerlo con la mente centrada en hacerlo rentable, sino que además debemos tomar una actitud responsable, a través de unos sencillos principios que se aplican independientemente del emprendimiento. Para ello es necesario aplicar la responsabilidad social corporativa a una serie de aspectos relacionados a los actores que afectan nuestro negocio y que a la vez se ven afectados por él, y analizar cómo se está llevando a cabo la interacción entre ambas partes, para lograr mejorar este factor de acuerdo a las necesidades. Entre otras cosas, para cumplir con los parámetros básicos de la Responsabilidad Social Corporativa, será necesario que evaluemos detenidamente de qué manera nuestra empresa afecta al medio ambiente, y a partir de allí emprender un profundo proceso de cambio que nos permita utilizar los recursos de manera más eficiente y reducir la contaminación y los residuos que provocamos al manufacturar nuestros productos. Claro que también debemos analizar el comportamiento e impacto de nuestro microemprendimiento para con las personas que son parte de este proceso, en principio en lo que se refiere a proveedores, clientes y empleados, y luego estudiar cuidadosamente de qué manera nuestra empresa afecta a la comunidad local en la que se desenvuelve. Al modificar esta serie de aspectos, podremos lograr un negocio que cumplimente con los parámetros básicos de la Responsabilidad Social Corporativa. Por ello, en este punto es importante destacar que todo lo mencionado no significa que no podamos tener un negocio rentable, ya que en realidad la RSC puede ayudarnos a mejorar el rendimiento empresarial. ¿Por qué? Pues bien, en principio porque de esta manera evitaremos costos innecesarios relacionados al excesivo consumo de energía, y al mismo tiempo estaremos preparados para las nuevas leyes y restricciones que en corto plazo se impondrán a las empresas de todo el mundo en lo que respecta a RSC. Pero lo cierto es que la mayor ventaja reside en que al trabajar en base a los parámetros de la RSC lograremos captar cada vez más la atención de los clientes más exigentes, y así mejorar y ampliar nuestro emprendimiento. Beneficios de la RSC en microemprendimientos Una gran inquietud que suelen tener los empresarios, sobre todo aquellos que dirigen pequeñas compañías o microemprendimientos, se centra en conocer cuáles son los beneficios que se reportan en este tipo de negocio pequeño al incluir parámetros relacionados a la RSC. En este sentido, lo primero que debemos saber es que la Responsabilidad Social Corporativa no sólo nos permite delinear el camino para hacer lo correcto y comportarnos de manera responsable con el medio ambiente y la sociedad, sino que además nos ofrece beneficios comerciales directos. Una de las grandes ventajas de la aplicación de RSC en el negocio reside en la posibilidad de construir una excelente reputación como empresa responsable, lo que nos permite distinguirnos del resto. Esto hace que podamos comenzar a trabajar con proveedores que también basan sus procesos en políticas responsables, y a la vez registrar un impacto positivo en la manera en que somos percibidos por los clientes. Asimismo, el tener una buena reputación nos permitirá reclutar mejores empleados, quienes además estarán más motivados y por ende productivos. Otra de las grandes ventajas de implantar políticas responsables en nuestro negocio guarda relación con la reducción del uso de recursos, y la disminución de residuos, lo cual no sólo contribuye a mejorar el medio ambiente, sino que además nos permitirá ahorrar dinero. En definitiva, disminuir los gastos de energía y servicios públicos, como así también los costos de eliminación de desechos, implica beneficios económicos inmediatos para la empresa. Pero además, si logramos comprender el verdadero impacto que las políticas de RSC tienen para nuestro negocio, podremos desarrollar en el futuro nuevos productos y servicios, ya que en definitiva la RSE nos permite volvernos más competitivos y reducir los riesgos. En este punto, es importante tener en cuenta además que la mayoría de los inversores reconocen este aspecto y están más dispuestos a financiar empresas que poseen políticas responsables. Por último, y no menos importante, debemos tener en cuenta que aquellas actividades relacionadas a la participación de la comunidad local, son en definitiva oportunidades ideales para generar cobertura de prensa positiva. Al mismo tiempo, mantener una buena relación con las autoridades locales nos permitirá hacer negocios de forma más fácil. Por todo ello, nunca es tarde para analizar la situación de nuestra empresa y así comprender el impacto ambiental y social que está teniendo actualmente, para luego poder encarar de manera responsable una política que nos permita crecer a la vez que colaboramos con nuestro entorno.