
En ocasiones, para una empresa, como también lo podría ser para los trabajadores, elegir el tipo de remuneración a dar a los trabajadores se puede volver complicado. No sólo hay que pensar en pagar menos a los trabajadores sino también en que el salario sea motivador para al trabajador hasta el punto de conseguir el máximo rendimiento. Por una parte, el salario basado en el sueldo fijo aporta seguridad al trabajador, algo muy importante en estos momentos actuales en los que poder acceder a él se convierte en complicado, y ofrece una mayor lealtad con la empresa. El salario fijo es fácil de administrar, no da lugar a desigualdades ni injusticias ni obliga a un desempeño superior al que se puede. Los sueldos basados en las comisiones son capaces de relacionar mayor los resultados de los trabajadores con sus ingresos, de manera que a mayores resultados mayor también es el salario, ofrecen objetivos a los trabajadores para rendir más y ofrecen a la empresa un respiro cuando no hay resultados, ya que si el trabajador no ofrece resultados la empresa no le paga. Ventajas y desventajas del sueldo fijo y comisiones a la hora de su selección Los sueldos a comisión premian el mayor volumen de ventas o de trabajo, que no su calidad, esta puede ser una desventaja si es lo que se busca calidad, en que es mejor un salario fijo. Tampoco mantienen una relación con el trabajador ni su lealtad, ya que sólo trabajan por las comisiones. En malos momentos puede haber una mayor rotación de trabajadores si no se tiende al salario fijo, ya que trabajadores que no reciben dinero acaban abandonando. Sin embargo, es una buena alternativa en el momento en que la empresa paga en función de lo que recibe. Los trabajadores a salario fijo se implican más con la empresa, están más dispuestos a realizar trabajos o funciones en las que no se ofrece comisión, ya que tienen un salario fijo independientemente de lo que hagan. Pero no todo es bueno, ya que si la empresa pasa por malos momentos tiene que pagarle igualmente aunque “no rinda”. El sistema basado en comisiones es ideal para las empresas que quieren una gran cantidad de ventas independientemente de la calidad del servicio, o una gran cantidad de productos a bajo coste en el menor tiempo posible. Es ideal también para empresas que no quieren arriesgar en los trabajadores, que quieren que ellos se paguen su propio salario, para empresas que no creen en el valor del capital humano o que cuentan con poca capacidad económica. ¿Y qué sistema de remuneración elijo entonces? Existen otras alternativas a tener en cuenta, como la combinación de ambas estrategias o la utilización de otros mecanismos de gratificación de los empleados como los beneficios sociales. Por eso, lo más importante a la hora de seleccionar un tipo de remuneración es pararse a pensar sinceramente ¿qué esperas de tus trabajadores?