
El alojamiento web es el espacio dedicado donde se incluye la página web para su publicación en Internet. Los tipos de alojamiento web que se pueden tener en cuenta son:
- Alojamiento web compartido gratuito. Muchas empresas ofrecen hosting gratuito, algunas como extra a un servicio contratado (como las compañías de internet) y otras con el objetivo de mostrar su publicidad por medio de un banner. Suele ser aprovechado por páginas web personales, incluso lo utilizan algunas empresas y personas de negocios, pero si se quiere ir en serio con la página web es mejor invertir un poco para tener un espacio más profesional y sin publicidad externa.
- Alojamiento web compartido. Se ofrece un espacio limitado para alojar la página web. Es la opción más económica ya que se puede elegir en función de las necesidades. Se suele hacer un pago en función del espacio y la transferencia mensual que se seleccione. Si se necesita posteriormente “algo más” se puede cambiar el plan de alojamiento por uno superior o tener en cuenta otras opciones.
- Alojamiento web dedicado. Es la opción más interesante para ciertas empresas, ya que se cuenta con un servidor propio y se puede manejar como se quiera, no hay vecinos web ni personas que puedan limitar las posibilidades del servidor. Es especialmente interesante para páginas web que requieran muchos recursos o comercio electrónico. El precio suele ser bastante superior y existen muchas opciones en el mercado en función de la capacidad del servidor.
- Servidores virtuales o VPS. Es una partición dentro de un servidor que permite que varias máquinas virtuales dentro de la máquina esté habilitadas para su control por medio de tecnologías, teniendo un funcionamiento muy parecido a los servidores virtuales pero más limitado, para los que quieren los beneficios de los servidores dedicados a precios más accesibles.
- Housing. Es muy parecido a la anterior opción, aunque se trata de un servidor propio que se encuentra en un centro de datos de la empresa utilizando su conexión de internet e infraestructura. Es una opción especialmente pensada para grandes empresas que necesitan unas mayores exigencias y más seguridad.
Para elegir el mejor hosting que se adapta a las necesidades hay que tener en cuenta la cantidad de dominios que se van a alojar, lo que ocupa la página web que se alojará, el tráfico estimado y el presupuesto con el que se cuenta. Una vez que se encuentren ofertas que se pueden adaptar a lo que se necesita hay que compararlas y encontrar recomendaciones de amigos o por internet, teniendo en cuenta que estas recomendaciones son reales y no mera publicidad. Según las necesidades de cada persona se puede hacer recomendable utilizar uno u otro tipo de alojamiento web, sabiendo que cuantos más requerimientos mayores son las necesidades y también, por norma general, más lo que hay que pagar por ello.