
La importancia de la cultura empresarial
La cultura empresarial tiene ir de acorde a los cambios acontecidos en el seno de una organización. Conocer bien la cultura de la propia empresa es vital para introducir cualquier cambio o innovación. Además, la cultura tiene que ver, entre otros aspectos, con las políticas que se imparten dentro de la organización, de qué forma se toman las decisiones, cómo se organizan los recursos, las formas de supervisar al personal y transmitir información, los valores aceptados, los estilos de liderazgo, el grado en que se definen las normas y la flexibilidad que existe en su aplicación, las relaciones entre altos mandos y colaboradores, la predisposición a asumir riesgos con las consecuencias que conlleven, etc. Por todo lo anterior, el desarrollo continuo de una cultura empresarial debe permitir la adaptación al presente y la aceptación de los cambios ocurridos en la organización. Así, se convierte en un instrumento clave en cualquier empresa con el objetivo de promover los cambios e introducir nuevas ideas o métodos a la gestión empresarial. De este modo, se tiene que preparar las mentalidades individuales y estructurar las organizaciones para que tengan la capacidad suficiente para captar rápidamente los nuevos valores que han de conformar la cultura empresarial y el rechazo de aquellos que ya no sirven para dotar de movilidad a la organización. El futuro de una empresa pasa por aquí. Por otro lado, existen cinco acciones que los empresarios deben tomar en cuenta para crear y mantener la cultura que quieren en su empresa:
- Definir la cultura empresarial que se ha de implantar
- Constituir los comportamientos de la cultura empresarial
- Manejar de forma rigurosa el ambiente de conversación, mejorar la comunicación empresarial
- Que haya una coherencia entre lo que se hace y lo que se dice
- Dedicar más tiempo a la selección y contratación de empleados
Hay varias clasificaciones sobre cultura empresarial. Vamos a conocer algunos de ellos.
El primero se divide en cuatro puntos:
- Organizaciones orientadas al poder. Los que tienen el poder tienen absoluto control sobre los empleados. Buscan dominar lo que le rodea y vencer obstáculos sin sujetarse a poder o ley externos.
- Organizaciones orientadas a la norma. Buscan la estabilidad y seguridad, cumplir las normas.
- Organizaciones orientadas a resultados. Buscan conseguir los objetivos optimizando los recursos que tienen y con la máxima eficacia.
- Organizaciones orientadas a las persona. Busca responder a las necesidades de sus componentes. Se confía en sus miembros y se propicia la ayuda e interés mutuos.
La otra clasificación se divide en cinco hitos:
- Culturas innovadoras.
- Culturas de logro.
- Culturas de equipo único.
- Culturas centradas en el cliente.
- Culturas en las que las personas son lo primero.
Otros tipos de cultura se dividen en:
- Cultura burocrática. Se basa en el procedimiento y el método que conlleva.
- Cultura autoritaria. El poder de la decisión está muy concentrado. El jefe hace grande la empresa, pero también la limita en cierto modo.
- Cultura de motivación. Piensa en las personas que trabajan en la empresa, en su motivación y felicidad. Se basa en que los trabajadores más motivados lo hacen mejor y consiguen mayores y mejores resultados.
- Cultura por objetivos. Se exigen resultados ya que se busca participar en la competitividad y éxito para obtener objetivos. Los objetivos son el origen y la meta.
Otros tipos de cultura pueden ser:
- La agresiva, que busca rápidos resultados. Se asumen riesgos a costa de buscar una recompensa inmediata.
- La del juego. Se basa en la creatividad, en la innovación.
- La del proceso. Se preocupa por la rutina, por los procesos más que por los resultados. Quiere que las cosas se hagan bien.
Por lo tanto, la gestión de la cultura es un elemento vital en un entorno moderno y con continuos cambios. Se debe disponer de herramientas para identificar y gestionar esta cultura para ser una organización competitiva. Aquellas empresas que obvien estos temas irán por mal camino. Y esto será tanto si tienen una cultura de empresa como otra.