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Tipos de mercados

Tipos de mercados
Antes de empezar a catalogar cada uno de los tipos de mercados lo mejor es recordar qué es exactamente un mercado.

Índice

¿Qué Necesitas?

Que és un mercado

Para empezar utilizaremos un punto de vista microecónomico para que la cosa se entienda mejor. Y es que por mercado lo que entendemos es un conjunto de ofertas y demandas de bienes o servicios. Así de sencillo, pero a la vez así de complejo. En cualquier caso, hay que decir que en ellos existe la figura del comprador, que es quien demanda dichos bienes o servicios, y también la figura del vendedor, que es quien realiza la oferta, quien ofrece dichos bienes y servicios. Si queremos una definición algo más compleja, diremos que en economía mercado es cualquier tipo de transacción o acuerdos de intercambio de bienes o servicios entre individuos o asociaciones de individuos. Hay que señalar que el mercado no hace referencia directa a los beneficios económicos de las empresas, sino al acuerdo que se realice en las transacciones, ya que ésta pueden tener como participantes a particulares, empresas, cooperativas, ONGs… Por tanto, debe interpretarse como la institución u organización social a través de la cual se relacionan productores y consumidores para realizar una transacción comercial. Si hacemos un repaso por la historia, veremos que los primeros mercados funcionan con el trueque. Es con la aparición del dinero cuando se empiezan a desarrollar los códigos de comercio que dieron pie a que aparecieran las empresas. Aumentaba la producción, pero también las comunicaciones y es aquí también cuando los intermediarios empezaron a jugar un papel importante. Por tanto, según la mercadotecnia, un mercado está formado por organizaciones o individuos con necesidades o deseos que tienen necesidades y la voluntad de comprar bienes y servicios para satisfacer dichas necesidades Tipos de mercados Nosotros vamos a seguir un punto empresarial, ya que a cualquier empresa lo que le interesa es llegar al máximo número de compradores. Así que para empezar os vamos hablar de tres tipos de mercado que a su vez engloban otros subtipos.

Cuando lo que importa es la naturaleza del comprador

A nadie le pillará por sorpresa el hecho de que no todos los compradores sean iguales. Esas característica es lo que hace que cuando hablamos de la naturaleza del comprador estemos hablando a su vez de cuatro tipos de mercados. El primero de ellos es fácilmente reconocible por ser el más próximo a cualquier de nosotros. Se trata del mercado de consumidores. En él los compradores buscan cubrir una necesidad y para ello adquieren bienes o servicios de consumo. En segundo lugar tendríamos el mercado industrial. Un tipo de mercado más profesional que busca llegar a la empresas para que estas puedan adquirir los bienes y servicios que necesitan para poder llevar a cabo sus actividades o negocios. En tercer lugar está el mercado de revendedores. En él estarían por ejemplo los supermercados. Que compran a otros bienes y servicios para después volverlos a vender a un precio superior con el objetivo de conseguir beneficios. En cuarto lugar, pero no menos importante, tenemos el mercado institucional. Está formado por el Sector Público español y abarca desde el propio Estado, las Comunidades Autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos.

Cuando lo que importa es la naturaleza del producto

En este tipo de mercados lo que importa es básicamente el producto, sus características. De hecho, en primer lugar tenemos los mercados de bienes perecederos. Su propio nombre indica que se trata de artículos que desaparecen después de un periodo concreto de tiempo. Ejemplo: los alimentos o los combustibles. A su vez, y como no podía ser de otra forma, tenemos los mercados de bienes duraderos, que permiten que se utilice el producto durante periodos de tiempo más largos. Es el caso de la ropa, los coches o los electrodomésticos. En tercer lugar, estarían los mercados de bienes industriales, que son aquellos que utilizan las propias empresas para producir otros bienes. En ellos además hay que tener en cuenta los bienes de capital, los suministros y los servicios que se utilicen durante el proceso de producción. Para acabar con este apartado, no debemos olvidarnos de los mercados de servicios, que a diferencia del de los bienes, no pueden ser fabricados, sino que se prestan. Es el caso de la sanidad, la justicia, la educación o el transporte.

Cuando lo que importa es su ámbito geográfico

En este caso lo que importa es dónde estén los consumidores, su localización geográfica. El más reducido que existe es el mercado local. Engloba a los consumidores de un municipio o de una provincia. El ejemplo más claro es el del de una pequeña panadería. Más amplio que el anterior nos encontramos al mercado regional. Es decir una empresa que preste servicios o venda productos en una región concreta. Del regional nos pasamos ya al mercado nacional. Cuando los compradores potenciales se extienden por todo un país. Es el caso de RENFE, por citar un ejemplo. Mayor que el anterior es el mercado internacional. Surge cuando una empresa extiende su actividad más allá de las fronteras de su país. Es el caso de las empresas multinacionales. Por último, pero no menos importante, está el mercado global nacido del fenómeno de la globalización y en el que las empresas trabajan a nivel mundial, con operaciones comerciales que incluyen gran parte de las zonas del planeta. Hay que resaltar que Internet ha jugado un papel vital en la consolidación de este tipo de mercados.

Competencia directa versus competencia indirecta

Pese que a hemos intentado presentar una clasificación sencilla de los diferentes tipos de mercados, hay que decir que que la cuestión de agruparlos no es nada fácil. No podemos olvidarnos de los mercados al por menor o minoristas, los mercados al por mayor o distribuidores, los mercados web, los mercados de productos intermedios, de material primas o los mercados de acciones. El concepto clásico de mercado de libre competencia define un tipo de mercado en el que ninguno de los de los actores interrelacionados puede modificar el precio, pero no siempre es así. Ya que podemos encontrarnos con que un grupo reducido de vendedores (oligopolio) controlan los precios. También puede darse, el caso extremo, en el que la competencia sea inexistente (monopolio). Por todo eso y atendiendo al número de personas que participan en el mercado o nivel de competencia también podemos dividir a los mercados en:

  • Mercados de competencia perfecta.
  • Mercados de competencia imperfecta.

Los mercados de competencia perfecta son aquellos en los que existen tantos vendedores como compradores de un mismo bien o servicio y ninguno de ellos puede influir en precio, ya que queda fijado por las mismas fuerzas del mercado. Para que esto ocurra, deben cumplirse 7 elementos.

  • Que haya un elevado número de compradores-vendedores.
  • Que el producto sea homogéneo.
  • Que haya transparencia del mercado. Es decir que todos los participantes tengan conocimientos de las condiciones en las que opera el mercado.
  • Libertad para las empresas a la hora de elegir participar o retirarse.
  • Libre acceso a la información.
  • Libre acceso a los recursos.
  • Beneficio igual a cero en el largo plazo.

En los mercados de competencia perfecta se produce un fallo de mercado cuando se viola o no se cumplen algunos de estos requisitos. Porque en este tipo de mercados es la oferta y la demanda la que determinan un precio de equilibrio para cada bien o servicio y las empresas son libres para decidir que cantidad producir. Por tanto es el mercado el que determina el precio y las empresas aceptan dicho precio, sabiendo que no pueden influir en él. Así en un mercado de competencia perfecta hay una tendencia a que se minimicen los costes y se equiparen los beneficios. Esta es la teoría porque en la práctica la competencia perfecta es irrealizable, ya que a corto y a medio plazo el mercado no es perfectamente competitivo, que es lo que le da a las empresas la posibilidad de conseguir beneficios.

Mercados de competencia imperfecta

Son aquellos en los que los productores son los suficientemente grandes como para poder influir en el precio. Esa es la principal diferencia con los de competencia perfecta. Existen varios modelos de este tipo de mercado: monopolio, oligopolio… Lo que está claro es que cuanto más elevado resulte el número de participantes, mucho más competitivo será el mercado.

Mercados financieros

Podríamos englobarlos dentro de los mercados según su naturaleza, pero hemos preferido dedicarles un apartado. Básicamente, porque los activos que mueven son monetarios, financieros. En estos mercados podemos encontrar los siguientes tipos:

  • Mercado de bonos: Se compra y se venden títulos de deuda, habitualmente en forma de bono.
  • Mercado de capitales: Se ofrecen y se demandan fondos o medios de financiación a medio o largo plazo.
  • Mercados monetarios: son los que ofrecen y demanda fondos a corto plazo.
  • Mercados de valores: Son un tipo de mercado de capitales en los que se negocia la renta variable o fija de una forma estructurada, a través de la compraventa de valores negociables.
  • Mercado secundario: Es una especie de mercado de capitales dedicado a la compraventa de valores que ya han sido emitidos en una primera oferta pública o privada.
  • Mercado bilateral: En él un grupo de usuarios genera una externalidad sobre otro distinto, existiendo una plataforma que los pone en contacto. Buenos ejemplos de ello son: las tarjetas de crédito o los sitios web de subastas.
  • Mercado cautivo: En este tipo de mercado existen una serie de obstáculos de entrada que impiden competencia y convierten a dicho mercado en un monopolio u oligopolio. Es lo contrario al mercado libre en el que el precio de los bienes o servicios es acordado entre vendedores y consumidores, mediante la ley de la oferta y la demanda. Todas las transacciones han de ser voluntarias y no puede hacer ni freude ni coerción.
  • Mercado gris: El término viene del inglés y hace referencia al flujo de mercancías que utilizan canales de distribución diferentes a los autorizados por el productor. A pesar de todo no son ilegales.
  • Mercado negro: Es la venta clandestina e ilegal de bienes, productos o servicios. No hace caso de la fijación de precios o de lo dispuesto por gobierno o empresas.
  • Mercado laboral o mercado de trabajo: Es el lugar donde confluyen la oferta y la demanda pero de trabajo. Tiene peculiaridades que lo diferencian de otro tipo de mercados, ya que está relacionado con la libertad de los trabajadores y la necesidad de garantizar la misma. Suele estar regulado por el Estado a través de derecho laboral, también por una modalidad especial de contratos y convenios colectivos de trabajos.

Como hemos visto, la palabra mercado encierra dentro de sí todo un universos propio, una serie de tipologías, que buscan ante todo regular algo en apariencia tan sencillo como el mero acto de compraventa.