
Hoy en día podemos ver publicidad de casi todos los productos que podamos imaginar. Aunque esté regulada por leyes y normas éticas, en general todos los sectores invierten en publicidad y quieren hacer un anuncio o cartel impactante para llegar a más usuarios.
Esto, sin embargo, dejará de ser así en Turquía donde la publicidad de cualquier bebida alcohólica, incluyendo el vino y la cerveza estará prohibida. La prohibitiva ley entró en vigor ayer tras un periodo de transición que comenzó cuando la ley se aprobó el pasado año. La norma pretende acabar con el consumo de alcohol y se aprobó el pasado mes de septiembre. El endurecimiento de las leyes antialcohol se justifican por razones de salud pública, según el gobierno.
Afectará sobre todo a bares, restaurantes, tabernas y supermercados que hasta ahora publicitaban estas bebidas alcohólicas a través de cartelería. De esta forma, también se impedirá que empresas cerveceras y vinícolas puedan patrocinar cualquier evento, incluso desterrará los logos de los campos de fútbol.
¿Cuál será la consecuencia de esta medida?
Para responder a esta pregunta debemos tener en cuenta dos aspectos: Primero, cómo conseguirán las empresas de bebidas alcohólicas llegar a sus clientes. En este caso, la solución pasa por utilizar otros métodos publicitarios que se alejen de los tradicionales, como las plataformas de promoción online. Estos métodos, además de más baratos, pueden llegar más directamente a usuarios interesados, aunque detrás de toda campaña debe haber una estrategia trabajada sobre los objetivos de la empresa. El segundo aspecto que debemos tratar es el tema del sector publicitario en Turquía. Desde luego,esta ley les hará perder la clientela de un sector clave. La solución puede pasar por ofrecer otros canales de promoción o asumir las pérdidas y compensarlas con aumentar el trabajo con otros sectores menos conflictivos.
Regulación de la publicidad
En algunos casos, la publicidad debe ser regulada bajo unas normas éticas que condenen la discriminación o connotaciones sociales negativas. En cada país, existen órganos cuyo cometido es vigilar que la publicidad cumpla con estas premisas. Sin embargo, en una sociedad avanzada el veto a toda publicidad de productos alcohólicos puede parecer un absurdo.
En el caso de Turquía, quien contravenga las normas de esta nueva ley publicitaria se puede enfrentar a multas de hasta medio millón de liras turcas, equivalentes a 175.000 euros. Dueños de establecimientos de restauración tachan la ley de contradictoria, porque a pesar de que la norma prohíbe la publicidad de productos alcohólicos, la comercialización de estas medidas sigue estando permitida.
Lo que no está tan claro con esta nueva ley es qué se considera publicidad. Podemos pensar que incluso los carteles en los que establecimientos anuncian que venden estos productos podrían estar prohibidos, aunque parece ser que la prohibición solo se aplica cuando en el cartel figure un logo concreto.
Sin duda este es un duro golpe para las empresas de bebidas alcohólicas que tendrán que buscar nuevas formas de promoción, posiblemente en internet, o centrar sus recursos en promociones que se puedan considerar legales.