
Hace un mes el equipo de Twitter nos sorprendía con una novedad que puede resultar muy rentable para algunos usuarios: la posibilidad de enviar mensajes privados (DM) sin que dos cuentas se sigan mutuamente. Hasta ahora, el destinatario de estos mensajes debía contarse entre nuestros seguidores para que pudiéramos contactar con él de forma privada. Con esta modificación, podremos configurar nuestra cuenta para recibir este tipo de mensajes sin necesidad de que el destinatario nos siga. Este cambio en la red social ha creado un debate en torno a la intimidad de sus usuarios. Pues bien, un mes después de su anuncio, la red social se ha retractado y ha eliminado esta opción del perfil de los afortunados que podrían disfrutarlo. Cuando se le pregunta a Twitter el porqué de este cambio de opinión con respecto a sus novedades, explica que trabaja constantemente en la mejora de los servicios para sus usuarios y hacer más fácil el uso de la red. ¿Cómo hubiera afectado este cambio al uso de Twitter? Supongamos, por ejemplo, que un usuario de una determinada marca quiere contactar a través de esta red social por una posible queja. Sin esta opción, está obligado a enviar un tweet público que todos los seguidores podrían leer, lo que repercute de forma muy negativa en la imagen de la empresa. Este cambio en el formato de interacción habría beneficiado en este sentido a la empresa, que puede recibir este tipo de comunicaciones de forma privada, sin que afecten a su imagen en Twitter. Además de los beneficios evidentes para la imagen de marca, esta modificación en el funcionamiento de Twitter permitiría a empresas que opten por el marketing directo (seguimientos masivos y envío de mensajes privados con contenido publicitario) llegar a su público de una forma más fácil. Sin embargo, esta nueva posibilidad abrió un debate sobre la privacidad de los usuarios de Twitter. La posibilidad de enviar mensajes privados a usuarios que no nos siguen podría haber abierto la veda para el envío masivo de mensajes que pueden ser considerados spam. Con este cambio, muchos detractores de la nueva herramienta se sienten a salvo de mensajes que puedan amenazar su intimidad en la red social. Posiblemente, esta haya sido la causa por la cual Twitter se ha retractado en su avance con esta herramienta, aunque por ahora no ha dado ninguna explicación. Las empresas que ya tenían preparada su estrategia utilizando esta nueva herramienta tendrán que esperar o cambiar de enfoque ante la decisión de Twitter. Su mantenimiento hubiese supuesto una nueva era en la relación empresa-cliente a través de Twitter, más abierta al marketing directo y más impersonal. Los más beneficiados, las empresas, aunque para muchos a costa de la tranquilidad de los usuarios. Lo cierto es que es una práctica habitual en Twitter probar este tipo de herramientas para luego decidir no implantarlas y de su comunicado se deduce que esta clase de experimentos van a continuar para mejorar la accesibilidad y trato con sus usuarios. Twitter no deja de trabajar en nuevas mejoras, que unas veces son visibles para los usuarios y otras no. En esta ocasión, implantó la herramienta para unos pocos usuarios durante un mes para luego dar marcha atrás. Aunque la forma de proceder puede no ser la correcta, parece que nos tendremos que acostumbrar a esta nueva estrategia que Twitter seguirá para probar nuevas herramientas y acciones.