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Una responsabilidad social de la que todos son parte

El complejo proceso que conlleva a implementar una política clara y definitoria de la Responsabilidad Social Corporativa de nuestra empresa, es sin lugar a dudas un proceso que involucra la participación de diversos actores. Es que no sólo nuestra empresa debe responder a los parámetros actuales de la RSC, sino que además debemos intentar trabajar en conjunto con los proveedores, los clientes, y la comunidad en la cual desarrollamos nuestro negocio. En definitiva, ese es el único camino para lograr el éxito en la implementación de este tipo de política. En este sentido, lo primero que debemos hacer es encarar el negocio de forma responsable con los proveedores y los clientes, ya que esto nos permitirá obtener ventajas sustanciales para nuestra empresa. Veamos cómo deberíamos manejar esta estrategia: RSC y Proveedores Sin lugar a dudas, una de las acciones realmente importantes dentro del enfoque de la RSC de nuestro negocio reside en poder elegir cuidadosamente a los proveedores que trabajaran con nosotros. En este sentido, una excelente idea es optar por utilizar los servicios de proveedores regionales y locales, siempre que sea posible. De esta forma, nuestra compañía estará apoyando directamente a la comunidad en la que se desenvuelve, y al mismo tiempo lograríamos reducir el desperdicio de energía y las emisiones de carbono procedentes de las entregas. Además ahorraríamos dinero en transporte. Pero eso no es todo, ya que al seleccionar a los proveedores deberíamos también evaluar si poseen una política de RSC, en lo que respecta a sus prácticas sobre el medio ambiente, la seguridad, la salud y sus empleados. Tengamos en cuenta que la reputación de nuestro negocio puede llegar a verse dañada en consecuencia de asociaciones con empresas que no se desenvuelven correctamente, es decir que no protegen el medio ambiente, o que abusan de los derechos de sus propios trabajadores o de su entorno local. Para poder llevar a cabo un análisis de esta envergadura, siempre podemos recurrir a realizar una auditoria entre los diversos proveedores, como lo suelen hacer las compañías más grandes, y de esta manera poder asegurarnos que contrataremos el mejor servicio. RSC y Clientes Al implementar una política de RSC, los clientes de nuestra empresa deben ser incluidos en el proceso, para lo cual podemos tomar diferentes acciones que nos permitirán lograr los objetivos previstos. En este aspecto, un punto fundamental es siempre decir la verdad, es decir no utilizar publicidad engañosa para convencer a los clientes, ya que en definitiva con este tipo de estrategias la que saldrá perdiendo será nuestra empresa. Es por ello que, entre otras cosas, cuando por ejemplo creamos folletos de publicidad de la empresa debemos asegurarnos que los mismos se encuentran escritos en un español claro, conciso y preciso, es decir que no se preste a confusiones, evitando la utilización de las famosas “letras pequeñas”. Es decir que nuestros clientes conozcan sin engaños nuestro producto o servicio, y elijan o no consumirlo. Pero no sólo basta con ser abierto y honesto en lo que respecta a nuestros productos y servicios, sino que además es conveniente brindarle al cliente una asistencia extra, que además incluirá un valor agregado para nuestra compañía. Básicamente se trata de poder facilitarles a los clientes toda la información que necesiten en torno a lo que les estamos ofreciendo. Esto hará que los clientes se vuelvan realmente leales a nuestra marca. Asimismo, podemos colaborar a generar una actitud pro activa en los consumidores en relación a acciones socialmente responsables. Y por supuesto, será fundamental escuchar siempre lo que los clientes tienen para decirnos, ya que la opinión de ellos es imprescindible para poder mejorar día a día los productos y servicios que les ofrecemos. RSC y la Comunidad Aunque todavía existen muchas empresas que no le dan la importancia real que posee este aspecto, lo cierto es que trabajar en colaboración con la comunidad local en la que se desenvuelve nuestro negocio, sin dudas nos ofrece una amplia gama de beneficios. Tengamos en cuenta que los clientes locales pueden llegar a representar una fuente importante en las ventas de nuestro negocio. Asimismo, mantener y mejorar la reputación de la empresa, nos permite poder reclutar empleados más aptos de manera más fácil. Además, si mantenemos una buena relación con las autoridades locales nos permite desenvolvernos con mayor tranquilidad, facilidad y acceder a beneficios, a través de convenios o contratos que podemos obtener gracias a nuestra participación activa en la comunidad. En definitiva, existen muchas maneras de involucrarse, desde brindar apoyo a una organización benéfica local, o convertirnos en patrocinadores de algún evento deportivo o cultural que se desarrolle en la comunidad en la que trabajamos. En este sentido, lo ideal es participar en alguna actividad local que se encuentre relacionada con el producto que comercializamos, ya que de esta forma no sólo podemos utilizar nuestra experiencia al respecto, sino que también podemos mostrar la faceta humana de nuestro negocio. La idea fundamental es ser parte de los proyectos comunitarios. Lo importante aquí es buscar aquellas oportunidades que nos permitan lograr un beneficio directo para nuestra empresa. De esta manera, no sólo sale ganando la comunidad sino también nuestro negocio.