
- Independencia y autonomía financiera
- Mayor conocimiento y estatus de la empresa, mayor visibilidad
- Disciplina en la gestión de empresa
- Ya no se trata de un perfil de riesgo
- Mayor liquidez para la empresa por medio de las acciones
- Valoración permanente de la sociedad
Tras haber empezado las actuaciones, la empresa contará con más recursos y liquidez de las acciones, mientras se obtiene una mejor imagen de la empresa de cara al exterior. Otra de las ventajas interesantes con las que contará una empresa después de que salga a bolsa es que puede contar con una posición más preferente en las negociaciones con proveedores y empresas que ofrecen recursos, ya que se está dando una imagen de mayor seguridad y menos riesgo en las acciones, por lo que se pueden conseguir mejores precios, reducción de costes y mayor oferta de recursos externos. Además, esto permite financiar el crecimiento del negocio y su continuidad, puede dar solución a la sucesión de empresas familiares (estudiar detenidamente antes de dar el paso), abre nuevas alternativas de financiación para la empresa, posibilita el conocimiento de plusvalías o minusvalías existentes e implica una política estable de dividendos y beneficios así como una mayor transferencia contable que a la larga será beneficiosa para la empresa.